Hablaremos del tema que nos ocupa, pero lo primero es dar las gracias de nuevo por vuestra participación con comentarios en nuestro anterior artículo de los Momentos..., sobre LA CANTINA y sus personajes. Lo hacemos por aquí, ya que puede habérsenos pasado contestaros de forma directa. No manejamos muy bien Facebook, que se diga.Y esos comentarios, nos hacían saber que había personajes que no aparecían en nuestro artículo.
Ya contestamos que lo haríamos en este que ahora escribimos, pero vamos a exponer alguno de esos comentarios que hemos capturado de Facebook
De Rafa Gromero
Foto de Purita cedida por Rafa Gromero
De Pepa Ranchón
De Blasi Blanco
De Juan J. Márquez
De Ángela Baquero
Otro de Pepa Rachón
Nota al margen para Pepa Rachón: He visto que aunque calañesa, muy calañesa diría yo, vives en Vera (Almería) el pueblo de Pedro el Morato (cantaor legendario de allí)
Me llamo Pedro el Morato
y soy natural de Vera
y con mi guitarrico en la mano
vaya tela y venga tela
vaya telica de verano
Un taranto (fandango de Almería) atribuido a él
Yo pasaba por la Cañá Chica todos los días cuando iba al pueblo. Era el camino a seguir. Me alegran mucho tus comentarios. Un saludo
Está claro que había otra serie de personajes que se movían alrededor de la estación para tratar de ganarse, malamente, la vida. Eran los maleteros, que nos apuntan nuestros amigos.
Recordamos especialmente a tres,
JOSÉ EL DE LAS MARTINAS era pequeño y moreno, vivía con sus hermanas en la Cañá Chica (por debajo de la casa donde vivía Bartolomé "jormiga" y familia. Bartolomé era el hortelano de la huerta de D. Gaspar) Como bien nos apuntan en los comentarios insertados "el carrillo abultaba más que José". Difícil imaginar como podría empujar el carrillo lleno de maletas por esas cuestas arriba.
PEDRO EL BIZCO
que decía que era torero, lo que es necesario poner en entredicho, ya
que lo recordamos en situación muy poco favorable en una charlotada en la
plaza de toros.
Iba vestido de una manera bastante original. Recordamos fundamentalmente los pantalones, cortos, a un palmo de los tobillos, con flecos, recordando a los del traje típico de algunos pueblos del Andévalo, El Cerro, Alosno, sólo que Pedro no llevaba por encima de sus tobillos los cascabeles alosneros, pero sí portaba en las manos, unas especies de maracas, en un soporte parecido a un tirachinos con cintas de colores en la base. En la parte de arriba, en la horquilla, incrustaba platillos hechos con chapas de las botellas de gaseosas, que hacía sonar y a veces chirriar.
En
las noches de estío había costumbre de salir a la plaza después de
cenar y se formaban tertulias interminables en las que se hablaba de lo
divino y de lo humano. Una de esas noches apareció Pedro por la plaza y,
como no podía ser de otro modo, la conversación derivó a los toros.
Pedro, se vino arriba, y se ufanaba grandemente de que él era
capaz de enfrentarse a cualquier toro. Alguien de la tertulia que vivía
muy cerca, se escabulló a su casa y sacó una cabeza de toro disecada que
tenía. Al asomar la cornamenta por la esquina, todos gritaron ¡un toro, un toro! No dió tiempo a ver la testuz entera, cuando ya Pedro había desaparecido de la plaza.
Sobre esta anécdota nos llega otra versión que, con toda seguridad, tiene más visos de realidad que la que nosotros contamos, ya que nuestras referencias se pierden en la memoria del tiempo y no sabemos con seguridad quienes fueron los protagonistas. Pero si conocía a los protagonistas José Mª López que nos cuenta la historia como debió ser.
Como podeis ver el contenido es muy parecido, cambiando el lugar del escenario. La Cueva era un lugar más adecuado para esta historia.
También es sabido, que Pedro se echó una novia, BENITA LA PANCHA.
No era calañesa. Creemos que de El Cerro o El Perrunal. Vivían amancebados y el
cura quería casarlos para que no cundiese el ejemplo y no viviesen en
contínuo pecado. Benita también frecuentó muchísimo la estación .
EL CANO , otro de los maleteros. Fumaba en pipa. Era
un hombre corpulento, al menos desde la perspectiva de un niño, con un
bigote abundante, bigotazo diríamos, además de tener fama de un carácter bronco y fuerte, y que fue blanco de diversas bromas
bastante hirientes y crueles. Así que no es de extrañar lo del carácter. Apuntamos alguna de esas bromas.
Parece
que le salió un orzuelo en un ojo y alguien le aconsejó un remedio de
todo punto incompresible para cualquiera. Le recomendaron que se
aplicara un poco del barro hecho con su propia orina. ¿Lo hizo? Poco
creíble, la verdad. Y si lo hizo... no sabemos si perdió el ojo.
Otra broma fue meterle el carrillo dentro de las letrinas.
(Años
50) Edificio de letrinas en la estación antigua de Calañas. Como se
puede ver, delante de la puerta de acceso se había levantado una pared
con objeto de preservar la intimidad de los usuarios. La entrada era por
los laterales de esa pared a través de un hueco bastante estrecho.
Para
meter el carrillo dentro tuvieron que levantarlo por encima de la pared
frontal a la puerta, ya que por los laterales no cabía.
El problema
para el pobre Cano fue sacar el carrillo de allí, sobre todo porque los mangos de
la carretilla se los encontró muy resbalosos e higiénicamente nada
recomendables para usarlos. Vamos, los habían untado de... Había que ver al pobre maletero profiriendo maldiciones por esa boca. Nunca se supo de los autores.
OTROS PERSONAJES que nos apuntan desde los comentarios expuestos más arriba y que no recordamos, y no tenemos referencias concretas para exponerlas aquí, fueron Casimiro y Félix el del carro.
Creemos, según nos comenta Juan Manuel García el pellejero, que Félix hacía el reparto por el pueblo de los bultos del muelle negro de la estación, pero su carro era grande, tirado por un mulo, y se sale un tanto del tema de este artículo.
Hasta la próxima. Ya que entramos en época de feria, tocaremos algún tema sobre ello.
Me llega una aportación de Carmelo Herrero que me parece interesante dar a conocer:
ResponderEliminarlo del Cano, un día en la plaza cuando salía del consultorio (Casa de Socorro) para que le vieran el orzuelo le recomendaron que se pusiera un emplaste pero de CAGAJONES. Según parece lo hizo con el resultado que todos conocemos.
Era pluriempleado y actuaba también de pregonero por cada cruce de calles del pueblo con una corneta para llamar la atención.
Vivía en una casita al principio de la calle el Barrio. Gato le gritábamos los chiquillos y se encendía insultando a todos.
Fumaba en una pipa que rellenaba con las colillas que se encontraba.
Un infeliz como los otros que citas.
Me llega de Carmelo Herrero un comentario que añade más información al personaje del Cano
ResponderEliminarlo del Cano, un día en la plaza cuando salía del consultorio (Casa de Socorro) para que le vieran el orzuelo le recomendaron que se pusiera un emplaste pero de CAGAJONES. Según parece lo hizo con el resultado que todos conocemos.
Era pluriempleado y actuaba también de pregonero por cada cruce de calles del pueblo con una corneta para llamar la atención.
Vivía en una casita al principio de la calle el Barrio. Gato le gritábamos los chiquillos y se encendía insultando a todos.
Fumaba en una pipa que rellenaba con las colillas que se encontraba.
Un infeliz como los otros que citas.