José María Carrasco pertenece a ese gran colectivo de hijos de calañeses, cuyos padres tuvieron que buscar su futuro en la oportunidad laboral que se abría desde tierras catalanas. Nació y vive en Barcelona, pero como él mismo reconoce, sigue sintiéndose en cierta medida como "un calañés nacido en otro lugar". Aquí en el pueblo, en aquellos veranos que marcaron su niñez y parte de su juventud, dejó muestras claras de un alma melómano y una constante inquietud por sondear la historia del pueblo y sus raíces, llevándole a convertir el archivo municipal en su segundo hogar de vacaciones.
Siempre culpó a la suerte, de comenzar a trabajar nada más acabar la carrera de periodismo, como locutor en Radio Nacional de España, y escribiendo en algunos de los periódicos de mayor tirada nacional, pero la humildad no escribirá nunca en sus labios, que el motivo de su rápido y constante éxito profesional no es otro que haber sido bendecido desde pequeño con el don de la comunicación, algo en lo que ya trabajaba mucho antes de trabajar.
El saber preguntar y escuchar, sacando el máximo jugo hasta de la charla aparentemente más absurda, y convertirla aun así en un simbiótico ritual, le convirtieron desde pequeño en una persona afable y profundamente reflexiva a la vez. Ejerce también como profesor de comunicación para Starups y emprendedores, y aun así guarda un espacio privilegiado de su vida cotidiana para disfrutar del arte, en el que además participa de manera activa diseñando láminas de arte abstracto. A pesar de ello, se define simplemente como "alguien cuyo mayor don es evitar problemas".
¿Qué te define mejor profesionalmente, periodista o profesor de comunicación? ¿Qué te aporta cada materia que no tiene la otra?
Creo que el concepto clave es la transmisión de conocimientos previo paso a su asimilación. Un periodista conoce los datos de algo relevante, lo interpreta y contextualiza, y posteriormente lo difunde. En el caso de un profesor, el proceso es esencialmente el mismo. En el caso de la radio, hablo para una audiencia supuesta e invisible, porque no la tengo delante. Incluso si se hace una transmisión vía web con cámara, simplemente se ven cifras de personas conectadas. En una clase, sea presencial o virtual, hay miradas, gestos, expresiones, movimientos, que guían el tono y el ritmo del discurso. De hecho, creo que todo profesor es un periodista porque tiene ese ansia por saber y compartir, y viceversa.
¿Podrías describirnos
como es tu día a día en la radio?
La base de todo es la selección de los temas que vamos a tratar. Ahí entran en juego diferentes acciones: recepción de propuestas, búsqueda de temas, investigación de la actualidad para detectar y tomar el pulso a la actualidad. A partir de ahí, empieza la documentación sobre los deferentes protagonistas que serán entrevistados. Finalmente, se contacta con esas personas para concretar día y hora y su disponibilidad. El resultado final de este proceso es el programa en sí, que lleva detrás mucho más tiempo de preparación que de emisión.
Ejerces desde el 2015 como profesor de
estrategia de comunicación para Staups y emprendedores. ¿Cuáles son las
empresas que te han parecido más innovadoras de las que has descubierto, y como
ha sido tu experiencia con ellas?
Comencé un
programa sobre startups y emprendedores en 2012, y fue uno de los primeros en
la radio en catalán y también en la radio en España. Descubrí empresas que
comenzaban como Glovo, Byhours, Letsbonus, Verkami, que luego han sido
verdaderamente grandes. La experiencia ha sido siempre fantástica porque estaba
presenciando y presentando al mundo el nacimiento de una industria que cambiaba
las reglas de juego y que generaba mucho impacto. Me sorprendía comprobar como
en muchos casos, porque el programa entrevistó a más de cien emprendedores,
eran perfiles exitosos en sus respectivos sectores que lo dejaban todo por
hacer una apuesta arriesgada, cuando no directamente se lanzaban al vacío con
un préstamo o una segunda hipoteca sobre su vivienda. Eso es quizá lo que más
admiraba y lo que me enseñó muchas cosas sobre los valores que debe tener un
emprendedor o empresario.
Internet cambió para siempre la comunicación y, por lo tanto, cambió el mundo. Ahora un youtuber o influencer puede llegar cada noche a millones de personas, sin tener porque tener una formación especial, y simplemente con un móvil u ordenador. ¿Es un hito o una involución en la calidad de los medios de comunicación?
Es el mayor
hito comunicativo de la historia: todo receptor se convierte en emisor de
contenido, que puede ser de calidad o no. Pero la realidad nos demuestra que
internet fue así durante muy pocos años, porque la capacidad de producir
contenido no implica que llegue a miles de personas. Ahí las grandes
corporaciones y los gobiernos han detectado un peligro en la falta de control
que hasta entonces ejercían en los discursos, y han entrado con todo su poder
económico y de lobby para frenarlo. Increíblemente, la censura aumenta y los
comunicadores que replantean las verdades sociales, económicas y culturales son
marginados. Incluso se habla de una futura internet de dos velocidades según
puedas pagar más o menos tarifa: ese punto sería la muerte definitiva del sueño
idealista con el que nació.
Desde luego.
Algunas críticas discográficas me supusieron alguna llamada por parte de
mánagers o discográficas, hecho que me sorprendió y me decepcionó a partes
iguales. Siempre he argumentado mis opiniones, y en el caso de las musicales,
todavía más porque un profesional del periodismo no debe basarse nunca en el
binomio “me gusta-no me gusta”, sino en el de “tiene
calidad/coherencia/aciertos” o no los tiene. Las llamadas nunca fueron a
mayores, pero era una situación incómoda que se multiplica por cien en los
casos de las secciones de política y economía.
La escena
emergente actual es inabarcable, literalmente. Hoy cada grupo tiene su web, su espacio
online, y cada país tiene cientos de bandas de cada género. Hablar de grupos
emergentes, además, se ha redefinido: puede ser una banda emergente teniendo
cien mil visualizaciones en una tema de Youtube, cifras que hace años sólo
tenían los nombres consagrados.
De entre todos los géneros que conozco, escojo a Frank Zappa, uno de los mayores genios (sí, genio) de la música popular y de la música orquestal del siglo XX. Lo exploró todo, lo retextualizó todo y siempre con un elemento que escaseó y escasea en la música: el humor.
¿Cuáles son los ingredientes de tu inspiración en este proceso? ¿Qué es para ti el arte, y que piensas sobre el criterio que revaloriza o devalúa las obras, en muchas ocasiones ajenas a la obra en sí? Como por ejemplo el hecho de que al igual que sufrió en su día Van Gogh, ciertas obras llegan a conocerse o multiplicar su valor una vez que su autor ya no está presente.
El arte
plástico, o el interés y necesidad por practicarlo, me asalta poco después del
nacimiento de Yaiza, mi primera hija. Surge como una cierta prisa, como un
querer fijar algo que ni sabía concretar. Mi inspiración es el gesto, el trazo,
porque no tengo ningún talento para la pintura o escultura figurativa. Así,
comienzo a experimentar con tinta sobre papel pero sin utilizar pinceles,
simplemente dejando caer tinta y moviendo el soporte, en una especia de
aleatoriedad semi controlada. Naturalmente, este proceso produce muchos
fracasos, pero valen la pena ante unos pocos aciertos. Luego mi obra evoluciona
hacia unos campos de color o negrura muy influidos, felizmente, por la obra de
Eduardo Chillida o Richard Serra.
"Flor Japonesa" José María Carrasco |
El arte, en palabras de Jaume Plensa, es “aquello que no sirve absolutamente para nada”, y he ahí su fuerza. El arte es el alimento del alma, y sea cual sea su encarnación (pintura, literatura, cine, escultura) nos dota de una verdadera humanidad. La dinámica del precio obedece mucho más a centros de poder (un pintor británico o americano, por el hecho de serlo, vale más que uno ruso o vietnamita) y estrategias de los grandes dominadores del sector que a su verdadero valor real. Como decía Quevedo, y popularizó Machado, “sólo el necio confunde valor y precio”.
¿Cuáles son las premisas irrefutables
que tiene que poseer un emprendedor antes de dar a conocer su producto a la
sociedad?
Tras haber
entrevistado y conocido a decenas y decenas de emprendedores, creo que hay dos
valores fundamentales: uno es la valentía y el otro la obsesión. Y digo
valentía y no insensatez, y digo obsesión y no digo locura.
La valentía es
apostar tus recursos a algo en lo que vas a luchar y creer. Es saber que no
todo saldrá a la primera, que podrás estar pasándolo mal en muchos aspectos,
pero sobreponerte a ese miedo y crecerte ante lo inesperado.
La obsesión es
sumergirte en tu proyecto, vivir para él, dedicarle todo tu tiempo disponible
al principio, que es cuando más lo necesitas. Es investigar a la competencia,
es conocer a tus clientes, es repensar las maneras y modos de hacer negocio.
¿Cómo fue tu experiencia en Radio 3, y
porque decidiste poner fin a “Rock Reaktor”?
Fue increíble,
Cinco temporadas de programas monográficos que me descubrieron cientos de
bandas de todo el mundo y que me permitió encontrar seguidores del programa por
toda la geografía española. El reactor se apagó por dos motivos: comencé a
hacer el programa de emprendedores en Ràdio 4 de manera diaria y me complicaba
mucho poder dedicarle el tiempo necesario al de Radio 3. El otro motivo fue que
me dio la sensación que podía empezar a repetirme tras más de cien
monográficos, y quería evitarlo para no aburrir al oyente.
Enlace a podcasts de Rock Reaktor (Radio 3)
¿Rock Reaktor o La taverna del llop? ¿Qué programa te ha
aportado más?
La Taverna del Llop. Comencé con 21 años y fue mi escuela absoluta en la radio. Sin La Taverna no exisitiría Rock Reaktor, aunque la dimensión de Rock Reaktor fue mucho mayor al ser un programa de alcance nacional.
En independentismo es algo real, maduro y consolidado en Cataluña. No es un capricho puntual y está jugando muy en serio para conseguir un reconocimiento internacional e iniciar un proceso de autodeterminación real y efectivo. En uno de sus siempre acertados artículos, Ortega y Gasset afirmaba, allá por 1915, que los separatismos en España se producían por la incapacidad de Castilla de ofrecer un proyecto atractivo a las regiones más industrializadas, que eran Euskadi y Cataluña. Coincido plenamente con su análisis. Considero que la solución ideal sería una república federal en la que las diversas regiones construyan un proyecto común.
Para finalizar, vamos a volver a tus
raíces, como cuando comparaste en radio 3 a Jimi Hendrix con la calidad de los
jamones de pata negra de Calañas.
Desde pequeño mostraste una vocación
innata por conocer, como fuera el caso de tus orígenes y la historia de
Calañas. ¿Qué aprendiste de aquellas mañanas de verano en el archivo municipal?
¿Cuáles son los valores más importantes que ves en el pueblo, y como experto en
la materia, cómo crees que se podrían publicitar mejor?
Aquél verano
fue el principio de mi enamoramiento con Calañas. Para mí Calañas era el pueblo
de mis padres. De hecho, de mis padres, abuelos, bisabuelos, tatarabuelos y así
hasta no sé cuantas generaciones más. Pero esas mañanas en el recién
organizado archivo municipal me llenaron de certezas sobre el pueblo. Muchos
legajos estaban todavía atados, nadie los había revisado desde su nueva
disposición. Me sentía casi como un explorador ante tesoros en los que
aparecían apellidos que me sonaban calles y lugares que conocía, pero de
cientos de años atrás. Ahí comencé a asumirme como un calañés nacido en otro
lugar.
Lo mejor de
todo, el eje del futuro del pueblo pasa precisamente porque sigue siendo una
zona pura, con el Odiel como nervio central, con paisajes cargados de historia
y con una red de carreteras que te llevan a Huelva o a Jabugo en una hora. Lo
desconocido y poco explotado de Calañas se convierte en su gran as en la manga.
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