Como es habitual desde que Elmorante.es viera la luz, procedemos a entrevistar al pregonero de cada Romería, que está a punto de dar comienzo en Calañas. Este año, tengo el orgullo de hacérsela a mi hermano Mateo, con quien a pesar de las millones de discusiones que he tenido y espero seguir teniendo, nos une un amor y una admiración que no pueden expresarse con palabras.
Una persona que no destacó en su juventud por su fervor al catolicismo precisamente, aunque con el paso del tiempo ha experimentado una notable conversión, debido en parte a la devoción que siente por la Virgen de la Coronada. Devoción que le llevó en su día a formar parte sin dudarlo, en una Hermandad constituida de manera casi improvisada, ya que fue un extraño año en el que no había Cabildos para tomar relevo, motivo por el cual se ofrecieron a ello, realizando a pesar de todo un gran trabajo, todos y cada uno de ellos.
No hablaré de sus valores, los que ya tenía antes incluso de su Fe cristiana, porque no podría transmitir la imparcialidad que debería exigirme por el hecho de ser hermanos, así que pasaré directamente a la entrevista:
Lo primero agradecerte enormemente el hecho de acceder a este artículo, y felicitarte por haber recibido uno de los mayores privilegios que se conceden en Calañas, como es haber sido designado para pregonar nuestra Romería. ¿Podrías describirnos como te dieron esta gran noticia, y cuales fueron tus primeras sensaciones nada más saberlo?
Gracias a ti por darme esta oportunidad. Y aprovecho la ocasión para poner en valor la gran labor que, a mi entender, se hace con este periódico local en lo que se refiere a la proyección de Calañas.
La noticia, como la mayoría de los pregoneros, la recibí por sorpresa. Fui engañado hasta tal punto que cuando me quise dar cuenta me encontraba en la casa de la Hermandad con el Cabildo delante, y yo ¡en pijama! A menos que se convierta en tradición, creo que tendré el orgullo de ser el único pregonero en recibir tal noticia en dichas circunstancias (risas). En fin, como me dijo el Hermano Mayor, la situación no podría ir más acorde con mi forma de ser.
Las sensaciones al recibir la noticia son muy intensas. Una vez pasa la enorme sorpresa, sientes el miedo de no estar a la altura, el vértigo ante tal empresa, la responsabilidad… es como si sintieras el peso de tantas y tantas generaciones de calañeses que han conseguido que el amor a la Virgen sea la seña de identidad de Calañas, y su Romería, el mejor ejemplo de ello.
Pero al comenzar a escribir estos sentimientos van cambiando, y al rebuscar en tu corazón aparece la alegría, la ilusión y finalmente el gozo que ha supuesto escribir este pregón. Ha sido una experiencia única.
¿Qué es aquello que cambiarías si pudieras para mejorar el desarrollo de la Romería de la Virgen de la Coronada, y que es lo que crees que nunca se debería alterar?
Cambiar, personalmente, yo no cambiaría nada. Creo que la base de nuestra Romería está fijada hace bastante tiempo y eso es muy difícil que cambie. Por fortuna, los distintos cambios que se producen están más relacionados con la organización y para mí eso es secundario. Cada Cabildo trabaja con mucha ilusión y esfuerzo para hacer una Romería cada vez mejor, dentro de unas circunstancias y un contexto, pero el esfuerzo de todos ellos hace que la Romería brille cada vez con más intensidad.
Creo que lo verdaderamente importante y donde reside la fuerza de nuestra Romería es el amor tan grande que Calañas le tiene a su Virgen. Eso, es lo que llama gratamente la atención de todo aquel que viene por primera vez a Calañas en esos quince días y eso precisamente nunca va a cambiar, lo demás, todo es secundario.
Pese a que últimamente no faltan grupos de personas dispuestas a comprometerse para formar un nuevo cabildo en cada cambio de la Hermandad, hubo un año en el que no existían candidatos y esta ausencia motivó que se improvisara uno, en el cual tú formaste parte con Bartolomé como Hermano Mayor. ¿Podrías describirnos algunas de tus vivencias o anécdotas destacadas sobre aquella etapa?
Los cuatro años de Hermandad fueron una maravilla, sobre todo el primero. A veces sentía que estaba como en una nube, viviendo muchas cosas por primera vez.
Tuve la suerte de tener un grupo excepcional, donde trabajar era sinónimo de disfrutar y creo que eso lo percibía la gente.
¿Qué sientes cuando estás frente a la Virgen de la Coronada?
Siento que quiero ser mejor persona.
A pesar de que en tu juventud no destacaste por ser un creyente fiel, has ido aumentando notablemente tu Fe y tu devoción por el catolicismo. ¿Qué es aquello que ha motivado esta concepción?
Poco a poco mi vida ha ido cambiando en ese sentido. A veces, cuando pienso en ello, me imagino como aquel niño que, tras discutir con sus padres, da un portazo y se va de casa; y en el transcurso del día, va conociendo a gente y le van sucediendo cosas que hacen que ese niño, al llegar la tarde, regrese a casa con el convencimiento de que ese es su lugar, el mejor lugar.
Has vivido el camino de la Romería, de prácticamente todas las maneras en que se puede hacer, como es en caballo, burro, tractor, en coche y a pie. ¿Cuál de estos medios es tu favorito para disfrutar de esta peregrinación?
Sin duda, a pie. Es una delicia, porque al lado de la Virgen es donde se vive la Romería más intensamente.
La Romería es sinónimo de tradición, sin embargo también han existido alteraciones en algunas de ellas con el fin de buscar mejoras, tanto en el recorrido del camino, el paso de la Virgen, o incluso en el calendario de salida por el cual se llegó hasta a hacer noche en Sotiel. ¿Cuál de los cambios que ha habido te han parecido más acertados?
Todos los cambios que han sido para mejorar me han parecido acertados, y la prueba es que la mayoría ha perdurado en el tiempo.
A pesar de que cada día es especial y tiene su propio sentido, si tuvieras que quedarte con uno de los tres días grandes de estas fiestas, como son la Traída, Procesión y Llevada, ¿Cuál elegirías?
Los tres días son distintos y eso a su vez hace que nuestra fiesta sea aún más auténtica y peculiar. Pero si tuviera que elegir un día, me quedo con la Traída, y en concreto, con la entrada de la Virgen en Calañas y todo su recorrido hasta llegar a la Iglesia.
¿Podrías adelantarnos una pequeña pincelada sobre el tipo de pregón que vamos a presenciar?
Eso, querido hermano, tendrás que esperar al Domingo (risas).
Por último, y pese a que este próximo domingo gozarás de uno de los mayores privilegios para hablarle a Calañas sobre su Patrona y Romería. ¿Qué te gustaría decir a apenas unos días de que comiencen nuestras mayores y más ansiadas fiestas?
Que vivan con intensidad los quince días que nos quedan por delante, porque Calañas tiene un don y se llama ¡Coronada!
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