Por Josė Maria Ortega
Un grupo infantil, uno juvenil, una comparsa femenina, dos comparsas masculinas y dos chirigotas masculinas, de calidad buena a muy buena, música original, letras originales y disfraces excelentes, Calañas, 2000 habitantes, talento, compromiso, sacrificio, unión y afición por su pueblo y su carnaval. Sólo de esta manera, en un pueblo como el nuestro, se puede tener una actuación de grupos carnavaleros como la que vivimos este viernes.
Un grupo infantil, uno juvenil, una comparsa femenina, dos comparsas masculinas y dos chirigotas masculinas, de calidad buena a muy buena, música original, letras originales y disfraces excelentes, Calañas, 2000 habitantes, talento, compromiso, sacrificio, unión y afición por su pueblo y su carnaval. Sólo de esta manera, en un pueblo como el nuestro, se puede tener una actuación de grupos carnavaleros como la que vivimos este viernes.
Los más pequeños de la mano de Vicente, nos recordaron que
son ya cinco años los que llevan sobre las tablas, no es una barbaridad, a
priori, salvo que sus componentes rondan los 9 años de edad, o lo que es lo
mismo, llevan toda su vida siendo copleros, cada vez asumiendo más riesgos y
cada vez más “maduros” ya a nadie le
cabe duda de que después de escuchar la octavillita de la presentación, estamos
ante los copleros que marcarán una época dentro de pocos años.
Nacho recogía la placa tras la actuación de su nuevo grupo, de
esta manera cerraba el círculo, y metía a una nueva generación en las tablas, de
la mano de Juan José y Emilio germinaba otra semilla más en nuestro carnaval, lo
difícil ya está hecho, ahora toca continuar, seguro que las sensaciones del
escenario será un buen abono para que este nuevo grupo siga cantándole a su
pueblo.
Una chirigota que triunfó, a pesar de renunciar a su mejor
arma, la caracterización en sus tipos, esta vez lo dejaron todo en manos de su
capacidad de interpretar sus letras, sin duda tener al mejor “cupletero” de la
comarca, es una ventaja. La chirigota del Carrasco nos dio su mejor versión, y
eso es mucha tela.
Los Serenos tenían ganas de hacer algo gordo, sólo en su
puesta en escena se les notaba, Manolo tiraba de talento y creatividad y ponía
poco a poco, sobre el escenario las cartas de su nueva idea, que sin duda
quedará para esta historia tan nuestra del carnaval calañés. Los Serenos, son
los Serenos y esta vez se fundieron con la agrupación que a mayor velocidad
crece en nuestro pueblo, esa comparsa de mujeres, las niñas, que se atrevieron,
tras su impecable repertorio, con un cara a cara con los Serenos, en un popurrí
épico y donde los ganadores fuimos los afortunados que pudimos verlo,
escucharlo y enamorarnos con él.
El alemán es un idioma complicado y más si vas con sobredosis
de cerveza, los chavales, tienen una frescura y gracia natural que hace que
cualquier idea salga por el buen camino, es tan sencillo como que esos tíos son
chirigoteros, ya se les exige ser buenos, y ellos se empeñan en demostrarlo,
madurez en el escenario y humor local por todos lados, sin duda ya son un
referente en nuestro carnaval.
Vicente y su poderosa comparsa nos llevaron al Morante, en
una época morisca de encanto histórico, cantando a Calañas desde su cima,
encandilaron a los presentes, voces y música totalmente integradas en el tipo,
y una soltura comparsita de copleros de toda la vida, pusieron un maravilloso
cierre a este recital de coplas que pone el punto de partida a este carnaval de
salud envidiable y de creatividad sorprendente.
El protagonismo de los copleros en la actuación, fue
compartido en el escenario, con dos personas que no se subieron a él, José
Mari, que ya su hermana María, flamante pregonera, le dio su momento de gloria
más que merecido en el pregón, también recibió su homenaje en forma de dos
pasodoble, que les dedicaron Vicente y Manolo, cada uno en sus comparsas y que
hicieron brotar aplausos y lágrimas a raudales. La otra protagonista fue la gran aficionada al carnaval Francisca “La
Piña” a la que tres agrupaciones dedicaron
sinceramente su actuación, desde aquí le deseamos una pronta recuperación.
Estos carnavaleros son grandes en todos los sentidos. Por cierto, ¿Alguien da
más?
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