Por Juan José García
Con motivo del 1º Concurso de Letras de Fandangos "Miguel García Gómez", quería adjuntar algunas de las letras extraídas de su libro "Una Vertedera Grande", fandanguillos de Miguel el Tacón.
Aportando la cuantía del premio de este concurso, que supera incluso al más celebre de este estilo, como es el que se celebra en Alosno, mis hermanos y yo pretendemos homenajear una vez más la figura de mi padre, su pasión por el fandango y su modo de expresar en sus letras las vivencias, anhelos y forma de entender la vida.
Muchas de sus letras fueron fraguadas desde el camión con el que se ganaba la vida, del que a veces se bajaba cuando pasaba por el casino de "Er Sánchez", para que Sebastián las apuntara en una servilleta y las rescatara para siempre del olvido. A Emilio Naranjo, otro apasionado del flamenco y nuestro folclore, también le debo su esfuerzo por recopilar muchas de esas letras, que ahora lucen para siempre en un libro que mi padre nunca pudo conocer en vida, aunque al menos puedo decir que se fue con la ilusión de saber que algún día se plasmarian en este para siempre, como un diario de su legado, ese enorme corazón que trato de imitar con menos acierto del que hubiera deseado.
De la misma manera que los juglares eran los que escribian parte de la historia en la edad media a través de sus canciones, el fandango ha cumplido una función similar en la provincia de Huelva, donde prácticamente cada pueblo tenía su propio estilo, como sello de identidad, muchos de ellos perdidos para siempre o recuperados gracias al gran trabajo de los musicólogos. Précisamente en nuestro municipio tenemos a uno de ellos muy importante, que además de cantarlo y de haber escrito dos libros de flamenco extraidos de su inigualable fuente de sabiduría, ha aportado a Calañas su fandango más moderno. Obviamente me refiero a Gonazlo Clavero y a un manatial de arte, solo comparable a su altruismo por transmitirlo a los demás de manera desinteresada.
La magia de este cante arabigo-andaluz, que comenzó a llamarse fandango a partir del siglo XVIII, ha estado ligada a la idiosincrasia de Calañas, donde se ha nutrido y moldeado a su antojo. En sus letras quedan testimonios de aquellas noches de ronda, en las que un fandango bien "cantao" en la ventana de la joven amada, podía ser la chispa para conquistarla, o el desencadenante de acabar en el calabozo de la guardía civil por escándolo público. Fandangos para hacer hablar o para pedir silencio, para amar o para criticar, para pedir perdón o venganza, para narrar la tristeza del que se ve obligado a emigrar de su tierra o la alegría de volver a ella.
La música no entiende de sabios ni de ricos, y hasta el mayor analfabeto y mendigo puede crear una compleja y apasionante melodía en su mente. Otra cosa bien distinta es que pueda sacarla de su imaginación y plasmarla con los medios o la técnica necesaria para ello. Con las letras de los fandangos pasa algo parecido, no es necesario conocer todos los recursos literarios, ni ser portador de un extenso vocabulario para escribir una que llegue al corazón. A veces lo más simple es lo más complejo, y todo empeño en engalanar este tipo de versos con lazos tecnicistas puede hacer perder autenticidad en el escrito.
Por eso animo a todos los indecisos a que participen en este concurso de letras cuya temática es totálmente libre, porque a veces no es necesario ser un escritor para escribir un fandango que llegue al alma. Parte de la grandeza de este arte, es que muchos de los más famosos fandangos están escritos incluso por personas que no saben escribir.
Os animo a participar, no solo por el premio de 300 euros que se ofrece, sino por uno mucho mayor, que es poder llegar a formar parte de nuestra historia con una letra que seguirá cantándose aun cuando nosotros ya no estemos. Una puerta abierta a la inmortailidad, y por la que este concurso es tan especial para los familiares y amigos de mi padre.
En este enlace pueden consultarse las normas, y presentarse a concursar hasta el día 9 de agosto:
Quería agradecer a Gonzalo Clavero, Ramón Llanes, Francisco José Jímenez y José María Ortega, su amabilidad y atención por haber aceptado sin dudar a ser el jurado del concurso. A José Mari Ñudi por haber hecho gratis la cartelería de este. A la peña Flamenca por ser la sede para albergar la votación y al Ayuntamiento de Calañas por llevar a cabo este proyecto y que se exponga el ganador en un marco inigualable, como es la final del II Concurso de Fandangos "Gonzalo Clavero".
Os dejo con una pequeña muestra de fandangos extraidos del libro "Una Vertedera Grande":
Tengo dos mulos mu buenos
y una vertedera grande
la voy a llevar al chatarrero
los mulos van pa la carne
yo me voy al extranjero
Mi corazón en una juerga
me dijo que se moría
yo le dije cantando
no te mueras todavía
déjame acabar el fandango
To el que se crió en Calañas
bebió en la fuente Quintín
paseó en la Plaza España
cogió flores de un jardín
pa su Virgen Coronada
Se rompió la vertedera
ya no puedo terminar
le voy a poner un cacho alambre
a ver si me puedo enterrar
media fanega esta tarde
Con mis mulos voy labrando
tierras que me dan el pan
en ti siempre voy pensando
y alegres mis mulos van
coplas de amor escuchan
El día que yo me muera
no quiero que nadie llore
me canten lo de los mulos
y fandanguillos de amores
yo me voy al otro mundo
En Calañas yo nací
ese pueblo tan hermoso
y en el Alosno aprendí
los fandangos de Toronjo
ya no me importa morir
El día de mi homenaje
yo cantaba este fandango
se lo dediqué a mi madre
para que pueda escucharlo
en el cielo con mi padre
Al Alosno yo llegué
a arreglar la vertedera
con Toronjo me junté
y nos liamos de juerga
casi no puedo volver
(Miguel García Gómez)
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