Por Patricia Gómez Moyano
Espero que hayáis podido ver esta película y si no os animo a ello, hoy hablaremos un poco sobre el título… En busca de la Felicidad.
Nos llevamos toda la vida buscando la Felicidad pero no nos damos que continuamente somos nosotros mismos los que nos ponemos esa venda en los ojos para no poder verla.
Qué fácil es decir en un día en el que las cosas no nos han salido demasiado bien…”no soy feliz” o la típica frase de “qué asco de vida” o “todo me pasa a mi” o quizás una de las más escuchada por todos “qué mala suerte tengo”, así nos podríamos llevar muchos más tiempo recopilando frases bastante desmotivadoras para nuestro estado de ánimo, frases que lo único que consiguen es que nos hundamos más aún.
Nacemos con cierta tendencia negativista y no todos venimos preparados con la misma facilidad para adaptarnos a nuestro entorno y con la capacidad de aprender e interiorizar un estilo de vida mucho más optimista, esto hace que todo sea más difícil. Para ello es necesario trabajar para conseguir poner nuestro foco de atención en las cosas verdaderamente importantes, esenciales de nuestra vida.
Lo primero que debemos preguntarnos es ¿Qué es la Felicidad? Es un concepto abstracto, que no podemos coger con las manos ni ir a una tienda y comprarlo, no es algo material que yo pueda guardar y coger cuando yo quiera, es algo invisible para nuestra vista pero muy vivo en nuestro interior. Ansiamos con fuerza sentir esa felicidad plena, esa tranquilidad que nos deje pensar sin que nos invadan las preocupaciones, deseamos tener todo aquello que sale en la televisión, todo aquello que incluso los demás tienen y que realmente a mí no me hace falta, hemos perdido la perspectiva de qué necesito para sentirme bien.
Estamos rodeados de millones de estímulos, cada día vemos algo nuevo, estamos super saturados de información, de cosas inservibles, de emociones que no nos hacen falta ni nos hacen bien, vivimos hacía delante sin procesar la información que está a nuestro alrededor, sin pararnos un segundo a escucharnos, a saber qué estamos sintiendo en ese momento, en ese instante.
Vamos a imaginar por un segundo que nos encontramos en un despacho trabajando, intentando ordenar lo que hay en la mesa para poder encontrar todo con más facilidad y de repente llega nuestro jefe y sin poder controlarlo nos suelta 1000 documentos para leer y clasificar para el día siguiente. Seguramente nos agobiaremos muchísimo y cómo tenemos que tenerlo listo en un día… lo haremos corriendo, sin prestar atención, con malos resultados y cómo consecuencia, nuestra frustración hará que nos pongamos tristes, un camino equivocado hacía la felicidad.
Lo que os quiero decir es que nos encontramos en una sociedad que nos tiran documentos y papeles a cada segundo, recibimos noticias continuamente, salen al mercado millones de nuevas tecnologías en nada de tiempo, no nos dan margen para poder disfrutar de las cosas y que valoremos lo que tenemos, ansiamos un nuevo teléfono cuando el que tengo solo hace dos meses que me lo compré, estamos viviendo demasiado rápido y eso no nos deja ver las cosas con claridad.
No podemos pensar con esta velocidad, por lo que es necesario que nos bajemos un segundo de este tren, de esta sociedad y aprendamos a coger nuestro verdadero ritmo. Es como cuando nos ponemos en una fila de una tienda y vamos avanzando al ritmo de los que se encuentran delante nuestra, por inercia, porque es así y punto…estamos en continua dependencia.
Intenta sentarte en tu casa tranquilo o tranquila, sin ruidos ya que eso distorsiona y dificulta la fluidez de nuestros pensamientos, en silencio o quizás con algo de música relajante, quiero que seas capaz de escuchar tu cuerpo y tu mente, seguro que llevan mandándote mensajes desde hace tiempo pero no te paras a escucharlos.
¿Te duele algo? ¿Tienes alguna preocupación? ¿Echas de menos a alguien? ¿Necesitas descansar? ¿Has tenido alguna discusión con una persona importante de tu vida? Escucharnos y satisfacer a nuestro cuerpo o mente para sanarlos es la Felicidad.
Felicidad es un momento de placer en el sofá después de comer, compartiendo risas con tu familia, Felicidad es llamar a un amigo y recordar viejos tiempos, Felicidad es darle un abrazo a alguien que te espera en casa, Felicidad es todo aquello que te hace sentir libre en ciertos momentos del día, cuando no desearías estar en ningún otro lugar… pero existe un problema, nuestro orgullo, nuestro egoísmo, nuestra ira, nuestro asco…ESAS EMOCIONES son las que nos obstaculizan para encontrar la felicidad.
Eso es lo que no nos deja ser felices, nuestra emociones negativas. No el no tener un coche nuevo, no el no tener una casa mejor, no el no poder comprarme más ropa, no el no tener aquello que soñaba de pequeño, eso no es lo que nos impide ser felices sino toda la carga emocional negativa que llevamos encima.
Ya sabéis cuantas personas millonarias hay y que no consiguen encontrar la Felicidad, porque simplemente pusieron su foco de atención hacía la dirección incorrecta.
Hay investigaciones realizadas en las que se muestran los últimos pensamientos de personas que están a punto de morir y no precisamente ansían tener un descapotable sino se arrepienten de no haber compartido más tiempo con su familia, de no haber perdonado a aquel amigo, de no haberle dicho a su hijo que lo echaba de menos, eso… eso es lo que nos impide ser felices.
Céntrate en lo importante, en tus emociones, en qué sientes ahora mismo y qué necesita tu cuerpo para estar tranquilo. Sé que esto es difícil pero entrenando se consigue.
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