El sábado 26 de septiembre, en la ermita de San Benito Abad, patrón de El Cerro de Andévalo, los grupos de caritas de la diócesis de Huelva, han celebrado el Primer Encuentro del Mudo Rural.
Fue una jornada cargada de actividades, en la que hubo una gran asistencia de participantes llegados desde todos los arciprestazgos de la diócesis y en la que estuvieron presentes, el Sr. Obispo de la diócesis, José Vilaplana Blasco y miembros de Caritas Nacional de España.
El deseo de esta jornada quiso ser, dar a conocer y exponer todas las potencialidades de nuestros pueblos y de sus gentes; así como una invitación a los grupos de caritas a no conformarse dejando las cosas como están, sino a transformar y comprometerse, desde una análisis de la realidad, para dar respuesta a todas las situaciones de pobreza que se nos presentan en el mundo rural.
Tras una breve acogida por parte de Caritas Diocesana acudimos a la ermita, donde D. José, nos invitó con sus palabras y oración a saber aprovechar esta jornada como un día de convivencia y de aliento en nuestra labor caritativa, a descubrir los “nuevos senderos” por los que el Señor nos invita a caminar y a tener a los últimos y olvidados muy cerca del corazón, preocupándonos no sólo de las pobrezas materiales sino también de la espiritual.
Una ponencia a cargo de Patricia Chapela Cabrera, celebrada en el casino de la ermita, centró nuestra atención en las posibilidades que nos ofrece el Mundo Rural y cómo no nos podemos quedar de brazos cruzados habiendo tanta riqueza humana y material en nuestro entorno. Fue una ponencia que nos animó a “apostar por el mundo rural”.
Patricia nos habló desde su rica experiencia. El grupo de caritas de Tharsis, perteneciente a la Coordinadora del Andévalo, expuso por medio de un video, la nueva iniciativa que han creado de un “huerto social” donde dan respuesta a las necesidades laborales de esa población.
Hubo también un tiempo para el diálogo por grupos de coordinadoras, donde se reflexionó si es posible un cambio, cómo realizarlo y qué aportar para que ese cambio sea efectivo y afectivo.
En los soportales de la ermita, por medio de stands, se compartieron las experiencias significativas de la provincia, se hicieron presente las posibilidades que ofrece la tierra de la diócesis de Huelva, para que junto a las habilidades y potencialidades de quienes viven en ella, ofrezcan alternativas de empleo, comercio justo, recuperación de oficios…
La comida quiso ser también un dar a conocer la rica variedad de nuestra gastronomía, así como el café de “comercio justo” quiso mostrarnos que es posible una economía más equitativa donde los mecanismos de poder sean la solidaridad y la justicia social.
Por ultimo se ofreció una parte de nuestro folklore. El Andévalo mostró la riqueza que contiene y lo hizo por medio de la danza de las espadas de San Bartolomé de la Torre, los “seises” de Calañas y la danza y bailes de San Benito Abad.
Para finalizar la jornada, Pilar Vizcaino, miembro del equipo de dirección de caritas diocesana de Huelva, entregó unos diplomas de asistencia por coordinadoras.
Terminó el encuentro con una oración donde pusimos en el centro del corazón a los más desfavorecidos de nuestra tierra.
Todo este día ha sido gracias a la disponibilidad del Ayuntamiento de El Cerro de Andévalo que coordinó su acción en la persona de José María (técnico de cultura).
A la Hermandad de San Benito Abad, que nos ofreció sus instalaciones y todo lo necesario, sin ponernos ninguna traba y siempre alentándonos,
Agradecer de forma especial al grupo de Caritas de El Cerro, que una vez más se volcaron en un trabajo impagable, lleno de paciencia poniendo todos sus valores al servicio del prójimo.
No nos podemos olvidar a los voluntarios cerreños/as que han sido el empuje y el aliento, y que en los momentos de dificultad han sabido solventar toda situación
Y por supuesto gracias a la ilusión de Faruk, de animación comunitaria de Caritas Diócesana que supo transmitirnos el sentido de este encuentro del Mundo Rural. A todos ellos muchas gracias por hacernos la vida más humana, más justa y mejor.
Fuente: Parroquía de El Cerro de Andévalo
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