Por Félix Carnero Ortiz
RESEÑA HISTÓRICA DE LA MINA Y DE LA FÁBRICA DE EXPLOSIVOS DE LA TORERERA (CALAÑAS, HUELVA)
Video presentado en las V jornadas de Patrimonio del Andévalo, celebradas en Valverde del Camino, 21-22-23 de noviembre de 2014 (Felix Carnero)
RESUMEN
La Torerera (Calañas, Huelva) es un buen ejemplo del devenir de los negocios mineros que surgieron durante el siglo XX, con sus periodos de investigación, desarrollo y producción, incertidumbre, esplendor y decadencia hasta el cierre, que atraían a sus trabajadores con sus familias y que, finalmente, expulsaban al cesar la actividad.
Los trabajos en la Torerera se inician hacia 1911, cuando empieza la investigación de una mina de pirita impulsada por la Unión Española de Explosivos, a través de su filial GEINCO. Tras un corto tiempo en explotación entre 1925 y 1931, resurge la actividad en los años cuarenta con el proyecto de la UEE de construir una fábrica de explosivos subterránea que mantuvo su actividad hasta 1973.
Torerera ahora es solo un poblado fanstasma, esperando una oportunidad para lucir su patrimonio minero-industrial y la belleza de su entorno natural. Mientras, permanece en el recuerdo de sus antiguos trabajadores y familiares, algunos, muy lejos, en los lugares donde tuvieron que emprender una nueva vida.
PRIMERA ETAPA: LA MINA DE PIRITA DE LA GEINCO (UEE)
La concesión minera de La Torerera se denuncia en 1906, como mina de manganeso por Francisco García “el Alosnero” y queda registrada aparentemente con ese nombre por error, pues era “La Torera” como se quería realmente registrar. En nuestros días, se sigue llamando indistintamente Torera o Torerera.
Al abrir un socavón de investigación se encuentra pirita, circunstancia que es destacada en el informe de la Estadística Minera de 1916, como ejemplo de las posibilidades que todavía existían de encontrar nuevas minas en zonas donde no aparecen indicios en superficie.
La Unión Española de Explosivos, UEE, compra la concesión a su primer titular (se cuenta que por una escopeta y dos perros) y comienzan los trabajos de investigación en 1911 a través de su filial GEINCO. La Sociedad General de Industria y Comercio se crea en 1910 para otros negocios distintos al de los explosivos, tales como fertilizantes, investigación y puesta en producción de minas. Además de las de pirita de Torerera, destacan las de potasas de Cardona en Barcelona y las de fosfatos en Aldea Moret , Cáceres. Se van solicitando más concesiones (Ampliación a Torerera, Los Milanos, El Cuco, Galaperosa, María Luisa, Alfonso), algunas de ellas por el que fuera director en aquellos primeros años, el ingeniero de minas, José Aramburu Luque, hasta el año 1928 en que se traslada Aldea Moret, continuando después trabajando en las minas de Cardona.
Casa-Dirección en los años 20 (Col. Rodrigo Tejada)
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Se hacen tres pozos: el nº 1 y el nº 2 de 50 m, al sur de la concesión, y el nº 3, de 115 metros, situado al norte, que permiten en 1916, tener reconocida la mina desde el nivel 35 hasta el nivel 110, con unas reservas de medio millón de toneladas de pirita. En el nivel 86, destacan los 185 m de longitud de la masa mineral, con 10 traviesas y una potencia media de 23 metros. En estos años de investigación las instalaciones son sencillas, con castilletes de madera y tornos de vapor en los pozos nº3 y nº2.
Plano general de labores. (Estadística Minera 1916) |
En 1921, la mina se encuentra ya completamente reconocida hasta el nivel 140 y están preparados tres pisos, 86, 111 y 140, para el arranque. El pozo maestro se ha ensanchado a 3,1 metros de diámetro y dispone de dos compartimentos con jaulas de 2,25 x 0,9 metros, para dos vagonetas cada una. Aunque la mina está preparada, los trabajos de interior están parados hasta que se terminen el resto de instalaciones de superficie necesarias; una nueva máquina de extracción de 100 caballos para elevar 1,5 toneladas a una velocidad de 3 m/s (300 toneladas al día), la presa de 300.000 metros cúbicos para agua de riego de las montañas, calderas y abastecimiento general, la central eléctrica y el cable aéreo hasta la estación de Los Milanos, para el transporte del mineral.
Fotos de las instalaciones mineras en los primeros años 20 (Col. Rodrigo Tejada):
Finalmente en 1925 comienza la producción de mineral, extrayéndose 10.000 toneladas de 1,2% de cobre y 44% de azufre del nivel 86, empleando el método de fajas de 3 metros de altura y con relleno.
En 1926 aumenta la producción a 29.000 toneladas, todavía del nivel 86, el piso 4º, ya que los pisos 5º y 6º, no se han podido desaguar por falta de suministro de la Compañía Sevillana de Electricidad. En la cementación, se producen 360 toneladas de cáscara de cobre.
En los años siguientes se trabaja ya en el piso 110 y se alcanzan la máxima producción de mineral, 75.000 toneladas. Sin embargo, en 1931, la UEE decide parar la mina, habiendo producido un total de 234.000 toneladas en los siete años.
Con esta primera etapa llegando a su fin, los trabajos se reducen a dar valor comercial a la pirita de las cementaciones, que se lleva mediante un transportador aéreo, un blondín, a un lavadero de pirita formado por dos edificios, uno para molienda y otro de clasificación del mineral. Con sólo ocho obreros se tratan 96 toneladas al día, para elevar la ley de azufre del 41 al 47 %.
Vista general en 1929, Casa Dirección e instalaciones mineras (Col. “Las fotos inglesas de la mina Sotiel”) |
Sello y direcciones de los documentos de la UEE |
2ª ETAPA: LA FÁBRICA DE EXPLOSIVOS DE LOS MILANOS DE LA UEE
En los años treinta, la UEE decide dar un nuevo impulso a Torerera y emprende el proyecto de construir una fábrica de explosivos subterránea, con la idea de aprovechar la pirita de la mina como materia prima. Con un presupuesto de más de 10 millones de pesetas, en 1938 comienzan los trabajos de excavación de las galerías y cámaras, dirigido por el ingeniero de minas Álvaro Llano Ponte, director también de otras fábricas de la UEE en Sevilla y Aldea Moret. Para hacer frente a la falta de alimentos que no permite casi trabajar a los obreros, don Álvaro consigue traer un barco de Argentina con arroz y atún; arregla un problema humanitario y, al tiempo, mejora el rendimiento. A primeros de 1941 la UEE compra la mina Sotiel a la United Alkali, interesada por el embalse del Calabazar de dos millones de metros cúbicos de agua, mucho mayor que el embalse del Riscoso, por lo que se construye una canalización para el trasvase. Como parte del acuerdo de compra, el personal de Sotiel se incorpora a la plantilla de la UEE; como la mina de Sotiel está parada, trabajando en la construcción del camino a Torerera y en los talleres que se mantienen en funcionamiento.
En 1942 los trabajos están bastante avanzados, pero no todo lo rápido que se quiere debido a la dificultad para adquirir cemento, empleado en el revestimiento de hormigón de las grandes cámaras en donde se va a instalar la maquinaria y por las precauciones para evitar accidentes; de hecho se produce el fallecimiento de dos obreros. En este año se construyen cuatro nuevas cámaras y 24 trincheras para secaderos de carbón, preparación de mezcla primaria, cámaras frigoríficas para nitroglicerina, talleres de encartuchado y parafinado y almacenes de explosivos. En 1943 se instalan 10 polvorines y en 1944 finaliza el montaje de la planta de fabricación de ácido nítrico.
En 1946 comienza la producción en pruebas de la fábrica, denominada “Los Milanos”, por el apeadero próximo del mismo nombre del ferrocarril Zafra-Huelva. En el primer año se producen 1317 toneladas de ácido sulfúrico, 161 toneladas de ácido nítrico y 322 toneladas de explosivos (311 de dinamita nº3, seis de goma nº1 y cinco de goma nº2 especial B). La capacidad de producción es mayor, pero faltan materias primas.
Corte de la mina en 1947 (Informe de la Torerera, Isidro Ortega)
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En 1947 la mina está ya explorada en los niveles 32, 54, 86, 111 y 140, con unas reservas de 750.000 toneladas de pirita con leyes 1,03 % de cobre y 42,24 % de azufre. Trabajan 43 obreros en el desagüe y preparación de la mina. El plan es producir 20.000 t/año de la mina para la obtención de ácido sulfúrico necesario en la fábrica de explosivos. Mientras se pone en marcha la mina, se sigue quemando la pirita lavada de la cementación, que causa problemas en los hornos.
Galería tipo (Informe Isidro Ortega) |
En 1949 se inicia la producción de la mina, con 3000 toneladas. El método de explotación es el de fajas horizontales de 3 m de altura con relleno completo. La extracción de mineral se hace por el pozo nº 3, que se emplea también para la introducción del relleno y el desagüe. El personal baja por el pozo nº 1, por escalas, hasta el piso 54. El arranque del mineral se hace con tres perforadoras neumáticas alimentadas por un compresor eléctrico Ingersoll Rand. En la galería de transporte, el mineral se carga en vagones con vía de 0,6 metros hasta el enganche del pozo maestro. Una máquina de extracción de 37 caballos eleva las vagonetas al exterior, mediante un castillete de vigas celosía y arriostramiento de hierro.
Junto a la casa de máquinas, se encuentran la subestación eléctrica, los servicios y duchas, una cinta transportadora al taller de trituración, los silos de mineral y el depósito de aguas cupríferas. Por detrás, algunos viejos socavones y la cantera de relleno. A pocos metros, se encuentran las oficinas generales con jardines, la depuradora de aguas, el almacén nº1 de materiales y el hospital, junto al cual se encuentra el pozo nº 1 de bajada de personal.
Para el transporte de la pirita a la estación de los Milanos, se sigue usando el cable aéreo de sistema alemán tricable, instalado en los años 20, de 2,3 kilómetros de longitud y con 23 castilletes de hierro. Lleva montadas 20 baldas para 500 kg, separadas 115 m de distancia, proporcionando una capacidad de 30 toneladas a la hora. En la estación se cuenta con un depósito de 2000 toneladas para la carga de vagones en el FFCC Zafra-Huelva por medio de piqueras.
En la mina, la ventilación es natural, entra por el pozo maestro y sale por un plano inclinado hasta el pozo nº1. No hay electricidad en el interior de la mina, por lo que solo se dispone de focos de carburo (lámparas de gas acetileno). El desagüe se hace por medio de submarinos o cajas de 1200 litros, adaptados a las jaulas que tardan 3 minutos por viaje. En total se achican 70 metros cúbicos cada día, en tres horas. Para la fortificación de las galerías se emplea madera de pino y eucalipto, formando portadas cada 0,8 metros, protegido por forro de costeros. En las labores en contacto con pórfidos se fortifican con castillejos, para evitar desprendimiento de “biseras”.
Corte de las labores por el piso 111 (Informe Isidro Ortega) |
La fábrica de explosivos subterránea está formada por la fábrica de ácido, con dos secciones de 13 hornos de cuba para quemar 500 kg de pirita cada una para producir 13 toneladas al día de ácido sulfúrico; la fábrica de ácido nítrico (seis toneladas al día); la de trinitrotolueno (cinco toneladas al día); la de nitroglicerina (taller para la nitración de la glicerina, el taller de estabilización, tamices de filtros, dos talleres para la unión a otras mezclas y diez casetas para encartuchado) y explosivos especiales (talleres para secado y pulverizado de mezclas negras y blancas). El explosivo se almacena en la orilla izquierda del embalse del Riscoso, en polvorines excavados en la ladera de la montaña; en la orilla derecha, se encuentran los túneles de prueba de los explosivos.
El poblado está formado por dos grupos de casas: el más antiguo es el “barrio de arriba” con 60 viviendas distribuidas en nueve barriadas y un poco más alejado el “barrio de abajo” o nuevo poblado con 36 casas distribuidas en tres barriadas.
Vistas del poblado (Col. Andrés Sousa):
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La casa dirección es de una planta con mirador, rodeada de zonas ajardinadas y con pista de tenis. Cerca se encuentra la casa del médico, del ingeniero, del administrador, la escuela de niños y niñas, las casas de los facultativos de minas, los hoteles unifamiliares de los licenciados químicos y la capilla, también escuela en los años 40, con la imagen de la Santa Bárbara, la barriada de empleados y la casa del jefe de la oficina. A continuación, el casino construido a finales de los años 50, con una gran explanada para las fiestas y bailes, el economato, el matadero, la cámara frigorífica y el kiosco.
Casino (Revista de la Feria de Calañas 1960) |
Entre el personal directivo, se encuentran los ingenieros de minas y directores del centro, José Manuel Ochoa (1945-1953), Alfonso Gutiérrez (1953-1954), Fermín Mingot Lorenzo (1954-1967), Ricardo López Migoya (1967-1968) y Ramón Gutiérrez Apolinario (1968-1973), el último director, con la dura tarea de cerrar la fábrica. Los facultativos de minas, Francisco Muñiz Magdalena (jefe de las excavaciones subterráneas de la fábrica entre 1939-1941 y que tuvo un accidente por un desprendimiento de rocas), Manuel García León (también en las excavaciones), Ramón Lazo (jefe de talleres), Ricardo Trigo (jefe de talleres y fabricación), Mariano Ponce, Luis Casillas (dirige los trabajos de la carretera a Sotiel), Pedro Conde (jefe de los trabajos de la mina). Los químicos, Faustino Revuelta y Jesús Muñiz Hevia (jefes de la fábrica de ácido), Gómez Olea y José Oliva (jefes de la fábrica de explosivos), José Urbano (jefe de laboratorio) y Miguel Pichardo (ayudante del laboratorio). También, Francisco López de Goicoechea, ingeniero de minas, jefe explotación de la mina y talleres y Jaime Nieto Fernández (1943-1947).
Entre los sacerdotes se encuentran: don Daniel, don Longinos y don Lorenzo. Los maestros, doña Carmen (en los años 40), don José Antonio y doña Concha. El médico era don Manuel.
En el transcurso de la vida de la fábrica, se producen varios accidentes. En 1945 fallece en “la Lenta” Diego Fernández Castilla. A primeros de 1950 se produce una explosión en el departamento de nitrificación, mientras la nitro estaba reposando, destrozando por completo todas las instalaciones. Otra explosión similar causa la muerte de dos obreros, algunos años más tarde. En el antiguo taller subterráneo, fallece un mecánico, atrapado por un torno. En estabilización de “la nitro” (nitroglicerina) también fallece un obrero. La nitración era uno de los trabajos más peligrosos, ya que no estaba mecanizado; en especial, el transporte de la jarras de nitro, no permitía ningún fallo, pues suponía la explosión inmediata. Sin embargo el accidente más grave se produjo en uno de los talleres de encartuchado, trabajo que realizaban las mujeres. El 8 de agosto de 1950 a las siete menos cuarto de la mañana se produce una gran explosión en el taller nº 8 de cartuchería, causando la muerte de las seis mujeres del taller: Cristobalina Márquez Cuaresma, Josefa Chaparro Bermejo, María Romero Romero, Dolores Fernández Ramírez, María Melero Rivas y María Tejada González; las dos primeras viudas y el resto solteras. La explosión fue oída en varios pueblos de la provincia.
Vistas de los interiores y exteriores de las oficinas generales (Col. Facebook Gente de la Torerera):
Las producciones anuales de explosivos se mantuvieron en torno a las 1000 toneladas hasta 1951 por falta de materias primas. A partir de 1952, se empieza a producir trilita y comienza a aumentar la producción, alcanzando las 2100 toneladas en 1955 (Gelamonite 3-D, 3-A, 2-E, Dinamita 3-A, 2-C y Goma 1-A). La producción sigue subiendo, 2500 en 1956 y 3500 en 1958.
Exterior de la fábrica. Revista Feria 1960 (Col. E Romero) |
Tras 12 años de producción, en los que se extrajeron 190.000 toneladas de mineral, se paraliza la mina por el elevado coste de la elaboración propia de ácido sulfúrico, frente al producido en Riotinto y por la pobre calidad de la pirita, de baja ley de azufre y alta en arsénico. Para facilitar el tráfico de los tanques de sulfúrico de Riotinto, en 1960 se mejora la carretera desde Sotiel, dejando una explanación de siete metros en rectas y diez en las curvas y se asfalta en 1961. En 1962 se para la planta de ácido sulfúrico, después de 15 años de su puesta en marcha. La suspensión de la mina y de la fábrica de ácido, supuso el comienzo del declive y de la emigración a otras empresas del grupo, como las minas de potasas de Barcelona, así como de las prejubilaciones de los mineros, muchos silicóticos, por la mala ventilación en el interior. La UEE estaba emprendiendo por entonces la automatización de sus viejas fábricas, en donde se estaban produciendo graves accidentes. Estas inversiones eran muy elevadas y se decide concentrar la producción de gomas y dinamitas en las fábricas de Galdácano (Bilbao) y la Manjoya (Asturias), y cerrar las fábricas de Los Alumbres, en Murcia y la de Los Milanos. Otro motivo para el cierre de Torerera fue la construcción de la fábrica de “El Garrobo”, próxima a Sevilla, más cerca del suministro de nitrato que tenía la UEE en la misma capital, y en una mejor localización para suministrar explosivos a toda Andalucía.
A finales de los años 60 se producen en Torerera explosivos pulverulentos, nagolita y slurries para Tharsis. Un hito destacado fue, en 1969, la salida por primera vez en España, de un camión de carga de nagolita desde una fábrica de explosivos.
Las instalaciones eran modélicas, amplias oficinas, grandes almacenes y modernos talleres, y con un personal muy preparado y experimentado.
Interior de los talleres de Torerera. Col. Facebook de la Torerera |
Entrega de premios, la Torerera. (Col. Facebook de la Torerera) |
En 1971 se cierra la fábrica de nitroglicerina. El personal, unos 150, se va trasladando a otras fábricas (Galdácano en Bilbao, El Garrobo en Sevilla) o a empresas del grupo, como Odiel Química, Ertisa, Explosivos Andaluces en Alcalá de Guadaira, Sevilla. Desde 1970 la empresa se denomina ERT, Explosivos Rio Tinto, tras la fusión con la Compañía de Minas de Rio Tinto. La imagen de Santa Bárbara también termina en la iglesia de Gerena (Sevilla). El cierre de Torerera todavía se recuerda con dolor entre los más mayores de Sotiel y Calañas, pues supuso la emigración a otros lugares, el abandono del poblado y de la fábrica de la que se sentían orgullosos y la pérdida de una forma de vida en un entorno natural privilegiado. Leopoldo Calvo Sotelo (presidente del gobierno en 1981-82) es todavía recordado entre los vecinos de Sotiel, como uno de los responsables del cierre de Torerera, cuando era director general de Unión Explosivos Rio Tinto (ERT).
Celebraciones y fiestas. (Col. Facebook de la Torerera):
En abril de 1973 se para la fábrica definitivamente (ya solo se fabricaba nagolita) y comienza el desmantelamiento de todas las instalaciones.
En 1975, se cultivan champiñones en las cámaras de la fábrica. Era una iniciativa de una empresa de la propia ERT, llamada Alimentos La Unión, ALUNSA, que tenía una fábrica de Peguerillas (Huelva). El compost venía de Valverde, y se colocaban sacos injertados en dos alturas, para producir alimentos envasados, liofilizados, que se vendían a Rusia. Al poco tiempo se cierra la fábrica y se abandona el proyecto, que había proporcionado algo de empleo.
Algunos vecinos se resistieron a desalojar sus viviendas pero finalmente, en 1979, los últimos moradores del poblado se trasladan a Calañas y se derriban las últimas casas.
En 1986, la ERT vende la finca de 286 hectáreas a la Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía, por 23,4 millones de Pta. El objeto de la compra era reconstruir el poblado con fines culturales y recreativos, mediante la creación de talleres-escuelas y el funcionamiento de campamentos de verano para escolares y personas de la tercera edad, para lo que la Junta invertiría 177 millones de pesetas. La compra de La Torerera formaba parte de un conjunto de actuaciones para recuperar algunos pueblos abandonados.
En febrero de 1998 se inaugura la primera fase del Parque Turístico Rural “La Torerera”, compuesto por 13 cabañas, un camping, un restaurante, un edificio recepción con bar y tienda. La iniciativa promovida por UGT y la Junta, y financiada por fondos europeos, no logra finalmente hacerse realidad y, como en un sueño, el Parque permanece dormido a la espera de su despertar.
Los 40 años transcurridos desde el cierre de Torerera han borrado muchas de las huellas de la actividad y de la vida que acontecieron durante los 60 años anteriores. Quedan los restos de las instalaciones mineras alrededor del pozo de extracción, así como de las oficinas, la casa dirección, las casas de los jefes, la capilla y el casino; los talleres y almacenes junto a la entrada a las impresionantes excavaciones subterráneas de la fábrica que permanecen en buen estado, prueba del esmerado trabajo realizado en su construcción.
Restos actuales de las instalaciones, oficinas y Casa-dirección (Col. Rodrigo Tejada):
Torerera ahora es solo un poblado minero fantasma y un lugar lleno de recuerdos para tanta gente, pero que espera su oportunidad para dar a conocer su historia y belleza natural de su entorno; un ejemplo más del patrimonio minero-industrial que atesora la provincia de Huelva.
CONCLUSIONES:
Torerera es una muestra más de los poblados que nacieron y desaparecieron con la actividad minera en la provincia de Huelva en el siglo XX. En este caso, una pequeña mina de pirita y la construcción de una fábrica subterránea de explosivos dieron lugar al desarrollo de una gran actividad que se prolongó durante 60 años, pero que terminó de forma repentina en los años 70, causando el abandono del poblado y de los sueños de sus moradores. En la actualidad, Torerera es parte de ese patrimonio minero-industrial onubense olvidado, que junto al Parque Turístico Rural inaugurado en 1998, espera su oportunidad.
REFERENCIAS
• Carnero, Félix. 2013. Las fotos inglesas de la mina Sotiel: 1900-1940
• Castilla, Juan. Antiguos Poblados mineros: La Torerera. Revista Facanias.
• González, José María. 2000. La industria de explosivos en España: UEE (1896-1936)
• Ortega, Isidro. 1947. Memoria de la mina Torerera. Archivo de Isidro Pinedo (Calañas)
• Perejil, Antonio. Catálogo de poblaciones mineras abandonadas en la provincia de Huelva
• Pinedo, Isidro. 1963. Piritas de Huelva.
• Estadísticas Mineras. 1916, 1921, 1927, 1941, 1944, 1946. Ministerio de Fomento
• Facebook. Gente de la Torerera.
• Conversaciones con Manuel Contioso (maestro herrero en Sotiel con la United Alkali, Torerera y El Garrobo con la UEE, desde 1937 hasta 1970), Ramón Gutiérrez Apolinario (ingeniero de minas, último director) y Jesús Muñiz Hevia (químico, jefe de la planta de ácidos).
Buen trabajo, muy documentado. Enhorabuena y gracias por dar a conocer esta parte importante de nuestro patrimonio. He echado de menos alguna foto del cable aéreo, sobre todo porque fueron muy pocos los que llegaron a funcionar en la provincia. Saludos.
ResponderEliminarBuenas, encontré enterrada una especie de vasija de elaboración tosca y basta de arcilla, con bordes redondeados estilo maceta y un pequeño agujero lateral en el fondo. Se encontraba enterrada bajo las raices de un arbol bastante grande, a un metro bajo el nivel normal del suelo, junto a algunas vasijas más, todas ellas incompletas. ¿Sabrias decirme si eran de la mina y que uso tenian? Gracias
ResponderEliminarHola Julio. Le pedimos disculpas por el retraso. Para que puedan atender mejor a su petición, le paso el correo de la Asociación de Amigos de la Mina de Sotiel Coronada. De hecho el autor de este artículo es uno de sus directivos. El email es el siguiente: info@minasotielcoronada.es Un saludo
EliminarMi mas sincera enhorabuena, y las millones de gracias por contar con mi abuelo para este magnifico trabajo, Manuel Contioso Castilla, un trabajador de primera, una magnifica persona, y un padre para mi. Mi padre Antonio Fernández Valderas, siguió su camino en UEE y ERT y un servidor, Antonio Manuel Fernández Contioso, que lo hizo por un corto periodo de tiempo en UEE, en la planta de Gerena. Un orgullo formar parte de esta historia, y un orgullo, venir de donde vengo, ya ha día de hoy me faltan mis dos referentes, mi padre y mi abuelo, pero ellos me inculcaron muchos valores, y sobre todo, ser bue trabajador y mejor persona. Desde estas líneas, mi homenaje a ellos.
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