Por José María Ortega
Las redes sociales, sin duda alguna, han revolucionado este mundo nuestro, de tertulias en los bares y de contarse las cosas al fresco. Aunque no se ha cesado de seguir con esas charlas, cuya importancia podía medirse en el volumen del que la contaba, así, si te lo decían muy bajito, lo que te decían, era muy importante. Estas conversaciones, que realmente están en horas bajas, porque ahora todo se dice por WhatsApp, continúan, porque son la esencia de la comunicación humana.
Pero claro, ahora están las redes sociales y está el Facebook, que básicamente es un cotilleo y un alcahueteo a gran escala (Y no es esto una crítica ni mucho menos, de hecho yo soy muy “Feisbutero”) pero, cierto es, que también sirve para informarnos y tenernos al corriente de muchas asuntos sociales o culturales que pueden interesarnos, este periódico existe en parte, gracias a estas redes sociales. Pero si Facebook en Calañas (y supongo que en todos lados) es un triunfo, es por la posibilidad que tenemos de alcahuetear y de promocionarnos. E insisto en absoluto lo critico, pero es que nos vamos de vacaciones, hacemos una fotito y ¡venga! al Facebook con ella, acompañada de comentario indicando lugar y procedencia de la foto (Y que se mueran los feos).
Que me hago una foto y salgo guapísima, fotito al Facebook ( con 100 “me gusta” la foto es un éxito, con 50 esta bien, con menos de 25, ¡nada más que hay envidiosas!) Que salgo al campo, fotito al Facebook, que nos juntamos los amigos, fotito al Facebook, que estoy aburrido en mi casa, me hago un “Selfi” y al Facebook con él. Que mi hij@ está guapísim@ foto con el móvil, aun que no quiera, y fotito al Facebook, (estas fotos suelen dejar muchos comentarios y “me gusta”, entre otras cosas porque los críos suelen salir guapísimos) y de esta manera nos promocionamos he informamos al personal de nuestro paradero, imagen y estado de ánimo de nosotros y de los nuestros, prácticamente en tiempo real.
Están también, la foto bonita, con comentario de algún personaje ilustre, normalmente Pablo Cohelo, que nos enseñan como nos tenemos que tomar la vida, y las cosas realmente importantes de ella, esto suele dar caché a tu muro ( no es aconsejable poner muchas de estas en tu muro, ya que puede dar la impresión de que estás con la depre).
También están los estados, algo que todos utilizamos de infinidad de formas pero hay cuatro modelos muy usados. Uno es el que empieza: Hoy quiero dedicar mi estado a una persona muy importante para mí… (Que suele utilizarse para felicitar los cumpleaños) otro es: Yo no suelo escribir por aquí, pero hoy quiero dedicar mi estado a una persona muy importante para mí… (que suelen utilizarlo los nuevos en Facebook para felicitar los cumpleaños) Otro de los estados sería el que acaba diciendo: Con tantas felicitaciones.
Así da gusto cumplir años. (Que suele utilizarlo el que cumple los años y si tiene más de treinta, posiblemente esa frase sea mentira) y la más usada e inservible: no mandarme más invitaciones de juegos (Esta la utilizamos todos). También suele utilizarse el estado para causar intriga entre tus amigos de Facebook, estos estados son del tipo: Hay días que es mejor no levantarse. o del estilo, mi vida ha cambiado completamente, o, hoy pasó algo que me ha hecho muy feliz. Estos estados suelen tener muchos comentarios preguntando por ver que ha pasado, y la respuesta no suelen dejar nada claro: Nada, cosas que pasan, la vida es así, para que te voy a contar…( A ver, si no vas decir que te pasa, ¿Para que lo pones en Facebook?)
También Facebook es muy bueno para confirmar relaciones sentimentales, a través de una foto que aclare los rumores. (Fulanito y menganito están juntos ¿has visto la foto en Facebook?) O para intuir que una relación va mal (Uy!!! Lo que ha escrito fulanita, eso es por menganito, a ver si le contesta) Y así muchas cosas más, los kilómetros de una carrera, la distancia que haces con la bici, si has matado un ciervo, si has ido de dominguero a la playa… Facebook es maravilloso.
Como podrán comprobar soy un asiduo de Facebook, y evidentemente no tengo nada en contra de él, salvo que se utilicen para hacer daño. Hoy con algo de humor he querido contar, como ha cambiado nuestra forma de sentarnos al fresco y contar los chascarrillos del pueblo. Porque ahora, si nos sentamos al fresco, no halamos, cogemos nuestro móvil y echamos un vistazo al Facebook, porque ya lo dice el refrán, mas vale una foto con el móvil que mil palabras, por muy bajitas que te las digan.
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