Por Juan José García
Han pasado nada menos que 17 años desde se edificara, y el albergue situado en La Torerera, que costó cerca de un millón de euros a la Junta de Andalucía, permanece desde entonces cerrado y abandonado en medio de un limbo político, del que solo parecen acordarse para hacerse una foto antes de las elecciones. Con este único fin ha sido inaugurado en más de una ocasión, como si se tratara de una descarada burla a un pueblo que a veces parece encajar los golpes con la mayor pasividad.
Entre la Junta, que es la propietaria de los terrenos, y el sindicato UGT, promotor y concesionario del lugar, parecen eludir responsabilidades y pasarse unos a otros la pelota con tanta rapidez y astucia, que ni la selección española ganadora del mundial superaría.
Durante los cinco primeros años tras su “virtual” inauguración, el sindicato no pronunció palabra alguna sobre porque no daba luz verde, a un proyecto que ya estaba finalizado. Esta es la privilegiada inmunidad que merma la capacidad de gestión, de algunas de las personas que mueven el dinero público con un criterio casi opuesto a si estuvieran gestionando el suyo propio. Puedes gastarte 146 millones de las antiguas pesetas en hacer algo para nada, y no solo no repercute lo más mínimo en tu trabajo, sino que no tienes ni porque dar explicaciones. Todos sabemos que España está manchada de edificios, carreteras e incluso aeropuertos, construidos para no abrir nunca, solo por la ineficacia de las distintas clases políticas a la que nosotros mismos nos encomendamos.¿Qué puede importar para ellos un simple camping perdido en el Andévalo?
Visita del secretario de UGT-A |
Tras ese pétreo legado de silencio, la excusa llegó por sí sola como por arte de magia, ya que la confederación hidrográfica del Guadiana prohibiría construir los pilares bajos las aguas, tal y como figuran estos bungalows. Fue entonces cuando el sindicato UGT hizo un comunicado argumentando este motivo, al que sumaron las normativas que se iban implantando, como fuera el caso del acceso a minusválidos.
El Ayuntamiento de Calañas, entonces gobernado por Fernando Recio, se movilizó frente al sindicato y destinó considerables cantidades de dinero para los pertinentes estudios sobre el terreno, acondicionamientos de la zona y su acceso.
Pero aunque se rozara en varias ocasiones la solución, una de ellas en 2003, las reuniones con Manuel Pastrana, entonces secretario de UGT-A, y hoy imputado por el caso de los (ERE), malversación de caudales públicos y falsedad documental, no dieron el fruto esperado. Imagino que el señor Pastrana estaría ocupado con cosas más importantes para él, y pensaría que era preferible dejar el camping a merced de las ruinas, como si se hubiera contagiado del poblado fantasma de Torerera. Esto antes que darle un uso productivo, que a la par de brindar un servicio hubiera garantizado su sostenibilidad.
Visita del delegado de medio ambiente y representantes de UGT |
Pero lo que más me ha asombrado de este asunto, gracias a documentos que gentilmente nos ha facilitado nuestro ex alcalde Fernando, fue saber de ese proyecto inicial que superaba los 3000 millones de las antiguas pesetas, presentado ya en la legislatura de Francisco Bernabé. Incluía la rehabilitación del poblado minero, que aun en ruinas sigue siendo un atractivo importante, tanto por su belleza visual, como por haber sido uno de los primeros “huertos”, donde los ingleses enseñaron a los españoles como se cultivaba la semilla de la revolución industrial, y donde posteriormente nuestros antepasados enseñarían a Europa el significado de “manifestación ecológica”.
Es tan grande, en todos los sentidos, la historia del pasado minero al que pertenecemos, que solo con decir que comenzó a escribirse hace más de cinco mil años, asombra e inspira libros, mayormente de autores foráneos, que pueden apreciar mejor una luz a la que nuestra retina quizás se ha acostumbrado a obviar.
Portada de la novela "Ira de Plutón" (Juan Antonio Morales) |
Presentación de "Las fotos inglesas de la mina de Sotiel" (Felix Carnero) |
Es inevitable pasar por las ruinas de Torerera y no intuir un atractivo turístico enorme, pero seamos realistas, es un proyecto que requiere una inversión casi utópica, y más para los tiempos que corren. Por eso creo que es tan importante luchar por ese punto estratégico en forma de albergue, que ha sido inaugurado en varias ocasiones, y que hasta posee un premio nacional de arquitectura, según pudo saber, y de casualidad, nuestro vecino Román Limón cuando estudiaba arquitectura.
Esos bungalows, que algunos definen de manera peyorativa como “cajas de cerillas”, son solo el punto de partida para recuperar, explotar y disfrutar de una zona paradisiaca que a pesar de estar en nuestro término no nos pertenece. En la que los gobernantes no quieren fijarse pero tampoco nos dejan a nosotros hacerlo. El famoso perro del hortelano que ni come ni deja comer, como diría Lope de Vega.
Aprovechando el pasado año el cambio en la secretaria de UGT en Andalucía de manos de Carmen Castilla, y las nuevas incorporaciones en la comisión ejecutiva del sindicato, que venían con la promesa de “sanear” un poco el ambiente salpicado por los escándalos de sus predecesores, pensé que era el momento idóneo para que se pudieran medir sus palabras, o como mínimo ponerles al día sobre un asunto que probablemente deben desconocer por completo.
Claro está que yo no soy nadie para dirigirme a la cúpula de UGT, ni por lo tanto para ser escuchado. Así que decidí proponer esto, en un correo escrito por igual, a nuestros líderes políticos, Ana del Carmen (PSOE) y Mario Peña (PP), por si ellos veían oportuno hacerlo, a la vez de pedirles colaboración para ir de la mano en esta lucha que nos beneficia por igual. Lamento decir que la respuesta que obtuve de ambos no fue la que hubiera deseado, ya que si bien por una parte obtuve la promesa de algo que finalmente no se llevó a cabo, por el otro bando directamente no obtuve respuesta. No quiero decir con esto que no hayan tomado gestiones por otro lado que desconozca, y no pongo en duda que no deseen, como todos, que se recupere dicho paraje, pero lo cierto es que en estos últimos cuatro años de gobierno, no ha habido ninguna moción presentada al respecto por ninguno de los dos partidos. Algo que me asombra, teniendo en cuenta que ha sido una de las propuestas más repetidas y aprobadas por todos los grupos políticos, en los plenos de anteriores gobiernos, desde que existiera dicho camping.
Último pleno donde se prensentó una moción al respecto |
Pocos días antes de las recientes elecciones, que es el periodo de empatía política por antonomasia haya donde exista una democracia, decidí volver a proponer el asunto a los mismos protagonistas, involucrando a la vez al recién llegado Izquierda Unida. Esta vez, tal y como esperaba, puedo decir que la respuesta fue mucho más positiva. Así que para dejar constancia diré que los líderes de los tres partidos locales me aseguran, que recuperar el camping de la Torerera será una de las mociones que se propondrán y aprobarán en el siguiente pleno que se celebre.
Tampoco voy a enfadarme si no sucediera así, igual que no lo hice la primera vez que ignoraron mi propuesta, ya que estoy seguro de que tendrán asuntos mucho más importantes, que dedicarse a lo que siempre ha sido una lucha perdida. Puede que solo sea una utopía mía que no merezca ni la pena intentar, quizás porque pertenezco a esa clase de soñadores ingenuos, que piensan que si ayuntamiento, oposición y pueblo reman en la misma dirección, se pueden alcanzar incluso asuntos más adversos que el mencionado. Alabo que haya tanta competencia y rivalidad en nuestro gobierno local, porque eso avivará su esfuerzo a la hora de entender que ya no hay victorias seguras en el término de Calañas. Pero si por casualidad se pierde más tiempo en el dichoso “y tú más”, al que nos tienen acostumbrado los grandes en los lamentables debates de la nación, la única perjudicada de todo esto será Calañas, y esas son las únicas siglas que pienso que deben imperar por encima de las demás.
Eso sí, tampoco podemos esperar que todo quede a merced de nuestros gobernantes, ya que es muy sencillo echarle la culpa al entrenador, cuando a veces son los jugadores los que quieren ganar sin correr. Y digo esto porque me gustaría matizar que ya Fernando Recio intentó movilizar en su gobierno a todo el pueblo por dicha causa. Se hizo circular un bando, invitando a todos los vecinos a trasladar la protesta a Torerera, poniendo incluso medios de transporte gratuitos para ello. Finalmente, la mayoría de los asistentes solo fueron miembros de asociaciones y colectivos locales, que no fue poco, aunque si el pueblo en masa se hubiera movilizado, hoy probablemente estaríamos discutiendo las tarifas de los bungalows para este verano.
Yo fui uno de los que no asistió entonces a la movilización que hubo en Torerera, así que me gustaría acabar el artículo incluyéndome el primero en la lista, de los que he podido criticar de la manera más constructiva que se, porque creo que solo asumiendo los errores podemos llegar a prevenirlos mejor.
Quizás solo sea un soñador ingenuo, pero es tan grande la riqueza de nuestro término que, pase lo que pase, no me importará seguir una y otra vez ilusionándome por ella.
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