Por José María Ortega.
Otra maravillosa mañana en el ángelus de los niños, radiante y de temperatura idónea, sin duda el hecho de cambiarla de fecha fue todo un acierto. En la iglesia no cabía un alfiler los pequeños de la guardería Platero y yo, los niños del San José de Calasanz y los no tan pequeños del Diego Macías, todos, desde los más pequeños hasta los más grandes disfrutaron del encuentro alrededor de la Virgen, Los niños tomaron las riendas en todo momento del acto y ofrecieron flores a nuestra Señora, cantaron e incluso de la mano de José Limón hicieron sonar violines e instrumentos de viento, de manera preciosa y sorprendente, por la edad de los músicos.
La hermana Mayor junto al cura dedicaron unas palabras a los niños, extensibles a los adultos, consiguiendo de forma sencilla y desenfadada, la atención de los pequeños. Para finalizar todos pudieron besar la Imagen de Nuestra Patrona en esta mañana de ángelus, pero como dijo Mari Loli, no de un ángelus cualquiera, sino del ángelus más importante.
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