Por Elmorante.es
Olga Acereda es hija de madre calañesa y padre catalán. Aunque reside en Barcelona, no se olvida de nuestro pueblo al que tanto cariño le profesa, y prueba de ello es que cada año se las ingenia con éxito para visitarnos en más de una ocasión. Nadie mejor que ella, para que nos hiciera este artículo en forma de relato sobre el debate de la independencia de Cataluña, tan de moda en los tiempos que corren. Agradecemos que haya aceptado sin dudar la petición de este periódico, para dejarnos su punto de vista en este asunto, a la vez que animamos a todos los que quieran regalarnos su opinión en este aspecto, ya que al igual que ella, son muchos los calañeses, o hijos de calañeses, que han hecho o continuado su vida en tierras catalanas sin olvidarse de sus raíces.
Todo empieza cuando José y su hija Montse, debaten durante la sobremesa los motivos a favor y en contra de la Independencia de Cataluña, para uno su tierra de acogida y para la otra su tierra natal.
José explica a su hija que no comparte que, tras siglos de convivencia, dejemos de ser hermanos para ser tan solo vecinos. “Son más las cosas que nos unen que las que nos separan y que sería más inteligente poder sentarse para limar asperezas, tal y como lo hacen dos amigos cuando surgen los problemas”, le explica su padre. Tampoco entiende cual es el motivo de ese sentimiento de separación, ya que para empezar es inconstitucional y que si existiera una consulta no sólo deberían votar los catalanes, sino el conjunto del pueblo español. Continua su debate con el argumento económico e intenta hacerle creer que es de ilusa creer que España nos roba, que tiene que entender que todos colaboramos y que siempre han existido Comunidades que aportan más y otras que tienen la necesidad de recibir en función de sus necesidades. José entiende muchos de los argumentos, ya que vive y convive con las dos realidades, pero no cree necesario llegar al punto en que nos encontramos.
Montse rebate como primera explicación, que es un tema sentimental y que no sabe explicarle, pero que tiene claro que no puede convivir, con los que no quieren estar a su lado, ya que la situación se ha vuelto insostenible.Ella lo compara a un matrimonio y le dice; “¿Permitirías que fuera infeliz junto a alguien, sólo por un tema económico o social?”. Ella le explica cómo se siente al ver y escuchar lo que se escribe y se dice en general de su Comunidad y de su identidad catalana. Le explica que está cansada de tener que rebatir realidades que no existen, situaciones imaginarias y, sobretodo, que no va a consentir deshacerse de una lengua y cultura que nada malo le han enseñado.
Cree que la consulta serviría para dejar constancia de la realidad que ella vive diariamente y así constatar que no es cosa de unos pocos, sino de una gran mayoría que cansada de no ser escuchados ni tan solo con la mera opción de iniciar una conversación, se han convertido para el resto y como ella dice en unos “radicales”, pero unos “radicales” con opinión, que están cansados de participar y no ser partícipes del reparto de nuestro Estado. Acaba su discurso lamentando haber llegado a este punto, pero cree firmemente que no hay vuelta atrás y que tarde o temprano habrá cambios.
José sabe que muchas de las cosas que su hija le está contando son reales, pero difiere en el hecho de basar su principal argumento en una cuestión sentimental, intenta hacerle entender que esa no es la actitud más inteligente y que se debería haber dialogado y puesto encima de la mesa mucho antes todos aquellos temas y preocupaciones que a día de hoy han llegado a una situación límite y de indignación. Montse sabe que su postura no es la más inteligente, y que no habría que llegar a saltarse las leyes, llevar la contraria por sistema ya que lo único que se consigue es incentivar con este tipo de reacciones y manifestaciones es el rechazo por una gran parte de nuestro estado.
Tanto Montse como José entienden las dos posturas pero ninguno de los dos va a ceder en su posición inicial….
Sin duda es un relato que refleja fielmente la realidad de muchos catalanes.
ResponderEliminarMuchos tenemos el corazón dividido por ambas posturas y cuesta mucho hacernos entender por la otra persona a la que amamos pero se aleja tanto de nuestra forma de pensar.
Me a gustado mucho leer estas líneas... Sin duda me han emocionado. Felicidades!