José María Ortega.
Con la temporada de la caza de la perdiz con reclamo aún por concluir, y con la veda de las migratorias a una semana de cerrarse, llega el momento de hacer balance de la temporada de caza. La caza menor sigue por los mismos derroteros, aunque hay que reconocer que se ha visto algún bando más de perdices salvajes, sigue habiendo muy pocas, sólo los cotos que sueltan patirrojas de granja, son los que pueden pasar jornadas de caza medianamente entretenidas. La solución pasa por una gestión de los cotos, donde las aves no sufran tanta presión cinegética, donde se les suministre comida adicional y donde se deje que críen en paz. Esto pasa también por la administración, para que no decida arar los campos cuando la perdiz está anidando. La liebre sigue recuperándose muy, muy lentamente y con el conejo lo de siempre, de nada vale dejarlo de cazar porque su recuperación no depende del cazador, sino única y exclusivamente de la administración. Permitir que se vacunen, permitir su reproducción, permitir la caza de algunos depredadores, que sin nadie saber por qué, están protegidos por la ley. A todo el colectivo cazador y por extensión a todo amante de la fauna ibérica, no deja de sorprenderle que la lucha contra la extinción del lince o de las maravillosas águilas imperiales no pase por permitir, ya de una vez, que el conejo pueda aumentar su número a niveles como los que siempre tuvo, para que el lince y el águila tengan comida como siempre tuvieron y así aumenten su número como ataño. Parece tan fácil, mirar la famosa pirámide ecológica, que no deja de sorprendernos que los técnicos de la administración no se den cuenta de ese detalle, insisto, no deja de sorprendernos.
Las migratorias, siguen como siempre, normalmente cuando más zorzales se ven, es cuando la veda esta aún por abrirse o ya se ha cerrado. El frío en la península nos afecta directamente, cuanto más frío hace en España, más palomas y zorzales tenemos en Andalucía, pero lo de las fechas de las vedas podría tenerse en cuenta.
La caza mayor aumentó, la gestión que se hace en la sociedad de cazadores de Calañas sobre los ciervos, nos permite cada temporada seguir disfrutado de su caza, y la suelta de jabalíes y su alimentación adicional, aparte de una buena primavera, como la que tuvimos el año pasado, nos ha permitido aumentar el numero de jabalíes abatidos, y la mejora de trofeos de ciervos, este año se han visto muy buenas cuernas, algunas con puntuación para medalla.
La temporada ha sido algo mejor que la anterior, pero hay que seguir cerrando los cupos de ciervos, no permitir que se maten ciervas a discreción en ninguna montería, e ir pensando en poner cupos a los jabalíes. La caza menor, quizás sin darle más vueltas, necesita de la suelta de perdices con genética salvaje, controlar las alimañas, y facilitarle la vida en el campo, también ajustar las fechas de veda y con relación al conejo, pues esperar a ver si nos dejan curarlo y mimarlo, para que toda nuestra fauna se vea beneficiada y de paso, el cazador.
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