El deporte nacional...es defraudar.

Por Manuel Contreras

Ayer nos contaba Jordi Évole como se han utilizado los fondos para la formación de los parados para el trapicheo habitual en España; Andalucía, Madrid, Comunidad Valencia entre otros seguían un procedimiento similar de doble delito, el penal y el moral. Ya que no sólo defraudaban mediante el robo de dinero público, sino que también lo hacían a sus propios trabajadores, a los que les quitaban parte del sueldo.

Por dicha trama, hay varios miembros de los sindicatos y de fuerzas políticas como el PSOE imputados. Otro caso que se alarga en el tiempo de forma indefinida, casi todos los casos de corrupción siguen el mismo patrón, es el de los ERE. Ese complejo sistema de la Junta de Andalucía que conchabada con empresarios, falsas empresas y falsos empleados han dilapidado una ingente millonada (había una partida de 761 millones de euros) y fingía pagar a empresas arruinadas y sus trabajadores.

En la lista de "beneficiados" en los ERE nos encontramos a personas que no trabajaron en la empresa beneficiada, empresas inexistentes, comisiones desmesuradas y hasta alguno que comenzó a trabajar el día que nació, sí el día que nació no me he equivocado, y dejó de hacerlo 40 años después, todo un hito. 

En prensa o en televisión los ERE son recurrentes como arma política arrojadiza por parte de otros partidos, sin embargo no es común que se detalle en la prensa de izquierdas, el poder medra a los periodistas. Y es que se trata de un caso, que aunque parece aislado, está sujeto a investigación porque podría formar parte de la financiación del partido socialista.

Da la sensación, que Andalucía es para el PSOE su particular cortijo, ser gobernantes más de 30 años puede causar en el político la sensación de creer ser inmune, y es que hemos tenido hasta dos presidentes en nuestra comunidad que han llegado a serlo sin pasar por las urnas, el señor Griñan en su primero legislatura y la actual presidenta Susana Díaz. Lo que ha provocado que hayan bajado la guardia y que el amiguismo reine con total impunidad. Y es que moverse por la comunidad siendo afiliado socialista resulta más sencillo, es como ser catedrático de la calle.

Y aunque todos sabemos que hay una relación de amiguismos, nadie lo denuncia. La empresa amiga coge subvención, la otras no, el del carné de turno entra a trabajar los demás al paro. Aunque tengan mejores precios las otras empresas y mejor currículum los otros ciudadanos, el enchufe prospera, el esfuerzo se defenestra. Y en lugar de denunciarlo, buscamos rodeos por si algún nos podemos beneficiar, cuando realmente, es un doble perjuicio, económico porque se malgasta (roba) el dinero público y porque hace menos eficiente el sistema productivo, por falta de competencia leal.

Ésta situación de mangoneo institucional que nos afecta a los andaluces, y por lo que deduzco a madrileños, valencianos o asturianos, va más allá de la sigla del partido, y se evidencia y agrava con las mayorías absolutas. Y somos especialistas en ello.

Defraudada doblemente por los políticos, penal y moralmente, la ciudadanía está reaccionando, por no ir más lejos, hoy mismo, Metroscopia ha hecho oficial su última encuesta en la que el bipartidismo está por debajo de PODEMOS, algo impensable hace un año. Un simple ejemplo del hartazgo, que va más allá de personas concretas o de partidos concretos, y se centra en las estructuras y sistemas políticos y en la desconfianza a estos.