Todos los planes para un mismo Plan Romero

Las romerías que se celebraban para traer o llevar a nuestra Patrona, la Santísima Virgen de la Coronada, desde su Santuario a orillas del río Odiel hasta Calañas o viceversa, datan desde hace más de dos siglos. Todos hemos oído hablar del “antiguo camino” que se utilizaba para las romerías, ese que pasando cerca de la ermita subía y bajaba por cabezos y arroyos hasta llegar a Calañas donde se acercaba por la Loma del Calvario, callejón del Santo, ermita de los Santos Mártires y Paseo Nuevo. Posteriormente, a finales del siglo XIX, se construye la carretera, esa que todos conocemos y que apenas ha modificado su trazado a lo largo de los años, aunque si haya mejorado su firme y anchura.

Nuestra centenaria romería ha transcurrido por una y otra parte llena de una gran devoción y respeto manifestados por los calañeses y visitantes y sobre todo, salvo en muy pequeñas excepciones, siempre ha estado exenta de incidentes. La única y verdadera finalidad que desde siempre hemos perseguido ha sido acompañar a la Virgen en su recorrido para rendirle los cultos correspondientes, tanto en Calañas, como en Sotiel Coronada.

Las experiencias vividas en los últimos tres años, nos lleva a abordar ésta cuestión, ya que es obvio que el desarrollo del Plan Romero que se elabora con idea de conseguir un necesario y deseado éxito en su puesta en marcha y en el que intervienen tres partes bien definidas: Hermandad de la Virgen de la Coronada, Ayuntamiento de Calañas y Fuerzas de Orden Público (actúan según mandato de la Subdelegación del Gobierno de Huelva) no da los resultados apetecidos.

Todos sabemos, y las partes actuantes también, que en los últimos años la puesta en práctica del PLAN ROMERO no funciona en determinados aspectos. Es palpable la falta de coordinación, la diversidad de criterios aplicados para la ejecución de órdenes recibidas, los incumplimientos de acuerdos previos entre las partes, el incumplimiento de las buenas voluntades manifestadas con anterioridad, etc.; son aspectos que creemos resultan determinantes y que nos han llevado al descontento general, al desconcierto, al no saber qué hacer en determinados momentos….en fin, a ir pendiente de todo menos de intentar cumplir con el objetivo o deseo que nos ha movido a acudir a la ROMERÍA DE NUESTRA PATRONA, que no debe ser otro que el compartir el camino, compartir alegrías, compartir devociones y disfrutar de una jornada cuyo culmen es la compañía de la Santísima Virgen.

Por ello, hemos intentado desde ésta redacción, recabar de las partes que intervienen en la confección del PLAN ROMERO, su opinión de lo que ha sido el desarrollo de las últimas romerías, para de alguna manera unificar ideas, subsanar errores, suavizar aptitudes, y que entre todos podamos conseguir que converjan “todos los planes para un mismo plan romero” y de esa forma, que nuestra Romería vuelva a ser la que era, sin dejar de incorporar a la misma las mejoras que por todas las partes se acuerden y que redunden en el beneficio de todos. HASTA LA FECHA DE PUBLICACIÓN de éste nuestro primer número EL RESULTADO HA SIDO NEGATIVO y las razones expuestas para ésta negativa han sido lógicas y comprensibles.

En días pasados se ha celebrado la primera Junta Local de Seguridad con el Subdelegado del Gobierno y todas las partes implicadas. Según nos comentan, ésta herramienta es imprescindible para una buena coordinación y evitar así duplicidades, consiguiendo poner en marcha un único Plan Romero al que obedecer todas las partes. Ésta Junta Local de Seguridad está constituida desde el 2005 pero nunca ha sido puesta en práctica. El hecho de que esté siendo utilizada ya éste año es prueba evidente de que todas las partes implicadas desean encontrar una solución viable y que pueda ser ejecutada con todas las garantías.