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Por qué mueren las palmeras y cómo remediarlo.

Publicado por : elmorante.es a : miércoles, 26 de febrero de 2014 0 comentarios
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Por: Manuel Contreras Acuña (elmorante.es, contranatura)

La causa de la mortandad de las palmeras (la palmera canaria Phoenix canariensis, la palmera datilera, Phoenix dactylifera; Phoenix robellini y en palmeras del género Washingtonia) en nuestra zona es la gestación larvaria del picudo rojo (Rhynchophorus ferrugineus). Las larvas de este coleóptero rojizo hacen largos túneles, que les permite refugiarse del frio; gracias a que las levaduras (Candida) naturales existentes en las zonas dañadas crea unas condiciones térmicas óptimas para su gestación (Mycoscience (2010) 51:215–223); y de los depredadores.

Foto de fases de Picudo Rojo. Journal of Cultural Heritage 14S (2013) 177–182

Según informa la Junta de Andalucía, la primera constancia de esta especie invasora es de 1993, en Almuñécar. Originaria de Asia tropical se estima que la importación de palmeras pudo ser la causa de las primeras infestaciones. 

Hay que tener en cuenta la biología de este insecto, que consta, como en muchos otros insectos de cuatro fases o etapas. La hembra del picudo deposita entre 300 y 500 huevos en orificios que ella crea en la palmera, o bien, aprovechando heridas o hendiduras del propio árbol. En su segunda fase, el picudo, ya formado como larva cava túneles, gracias a sus fuertes mandíbulas y transcurridos alrededor de 100 días se envuelven en las fibras de las palmeras, formando cogollos,  de modo que permite que se  produzca la metamorfosis a pupa (que constituye la tercera fase).  Como pupa el picudo está entre 15 y 30 días antes de convertirse en adulto, dependiendo de la temperatura ambiente.

De izquierda a derecha: Cogollos de larvas, palmera muerta por picudo y túneles de picudos en un tocón de palmera.

Como se puede ver en el mapa confeccionado por el ministerio de Medio ambiente, Calañas y el Andévalo son ya zona afectada o de alto riesgo.

  Mapa de la distribucción del picudo rojo en Andalucía.

Foto de trampas pasivas
 Es por ello que se necesita de la puesta en marcha de diferentes procedimientos de control contra la plaga. La Junta de Andalucía ha confeccionado una guía para la lucha y el control de este insecto en ella se recomienda el uso de nematodos entre los meses de Octubre y Mayo, y de plaguicidas autorizados en los meses de Junio a Septiembre. Además del uso de trampeo masivo como medida pasiva durante todo el año.

Este tipo de actuaciones se vienen realizando desde hace años en Arabia Saudí, así un reciente estudio científico (Crop Protection 53 (2013) 152-160) efectuado en una amplia zona afectada por picudo demuestra que el uso combinado de feromonas, plaguicidas y el corte de las palmeras muertas, disminuye entre un 65 % y un 91 % el impacto del insecto en las palmeras. La lucha biológica parece ser muy eficaz en la lucha contra la dispersión de este insecto, más allá, de las técnicas pasivas de captura, la tala de palmeras afectadas o el uso químico convencional mediante plaguicidas. De hecho la Junta de Andalucía ya recomienda la lucha con nematodos, concretamente Steinnenema carpocapsae, el cuál infecta al picudo en su fase larvaria y de pupa, en 48 horas, y es capaz de regenerarse posteriormente y continuar con la infección. Otros dos tipos de lucha biológicas, muy novedosos, y fruto de la investigación de los últimos años son los desarrollados en Italia y Valencia:  En el primero, se demuestra una enorme eficacia en el control del picudo haciendo uso de una bacteria (Bacillus thurigiensis), que ataca al sistema inmunológico de las larvas del picudo rojo, matando la mayoría de las células defensivas y generando una septicemia (infección mortal) en las mismas (Journal of Invertebrate Pathology 106 (2011) 360–365)), por su parte, los grupos de investigadores Valencianos de la Universidad Jaume I, en colaboración con la Universidad de Córdoba, han sido capaces de desarrollar una cepa de Beauveria bussiana (Ascomyta: clavicipitaceae), un hongo capaz de afectar a los cuatro estadios del picudo (huevo, larva, pupa y adulto), provocando una alta mortandad por cada mililitro aplicado. Además esta cepa es capaz de transmitirse entre adultos, baja la fertilidad de los mismos en caso de no matarlos en un 63 % y evita la eclosión de las puestas de las hembras afectadas en un 33%, por lo que parece un método más eficaz que los anteriores.


Foto de la sonda para la detección bioacústica
Otro método de remediación novedoso es el desarrollado por la Universidad de Almería y Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) (Crop Protection 29 (2010) 671-676), el cual consiste, en el uso de ondas sonoras de 2250 Hz, para la detección de las larvas en los túneles. Las ondas a esa frecuencia son específicas para el insecto y por tanto no existen interferencias. Dicha técnica puede ser muy útil para la detección temprana, ya que es sensible a unos pocos individuos. Por último, y quizás el más sorprendente hallazgo de todos, es el de un compuesto químico presente en la hembra del picudo, la aspidofractinina-3-metanol, descubierta por un grupo de investigación de Arabia Saudí, este compuesto es un reconocido anti-cancerígeno, y  podría ser usado como sustituto a la vincristina, en los casos en los que los tumores sean resistentes a ésta última (Saudi Journal of Biological Sciences (2013))


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