Por C. Pérez Gómez
Comenzando una nueva andadura divulgativa de la Historia de nuestro pueblo, hemos creído conveniente desarrollar una breve relación de las fuentes documentales y arqueológicas existentes en nuestro municipio, ya que éstas supondrán la base sobre las que se sustentarán los artículos venideros de esta sección. Pero no sólo queremos hacer una relación de lo que se encuentra documentado, sino también hacer un llamamiento sobre todos aquellos bienes muebles e inmuebles, patrimonio de Calañas, que desafortunadamente no se encuentran registrados, por lo tanto vulnerables a toda acción de protección y conservación patrimonial.
Referentes a las fuentes documentales, contamos con dos archivos cuya base documental tan variopinta complementan la vida cotidiana de los calañeses a lo largo de su historia: el municipal y el parroquial.
En cuanto al Archivo Municipal de Calañas podemos encontrar información no solo sobre la organización interna del cabildo, sino también sobre la administración y gestión de todos los asuntos concernientes al municipio, como es el caso de los servicios jurídicos, sanidad y asistencia social o educación y cultura, con una antigüedad documental que se remonta al siglo XVI. Pero la importancia de un archivo no radica en la antigüedad de sus documentos, sino en la secuenciación cronológica de los mismos, es decir, que sobre un mismo tema tengamos documentos continuados en el tiempo para que de este modo podamos establecer una relación de los hechos, una constatación de los mismos y poder probar su continuidad o ruptura en un momento determinado. En este caso, nuestro archivo municipal cuenta con series documentales, entre otras, en las ‘Actas capitulares’ (relación del día a día municipal desde 1619), en los ‘Privilegios’ (documentación referente a la pugna por la limitación territorial con los municipios colindantes y con la Hermandad de la Mesta desde 1580 hasta 1846) o en las ‘Contribuciones reales’ (donde podemos hacer una relación del poder adquisitivo de los vecinos desde 1608 hasta 1884). Por lo demás nos encontramos con legajos cuyos saltos cronológicos impiden un estudio exhaustivo y prolongado en el tiempo.
Sobre el estado de conservación del mismo, debemos señalar que el archivo ha pasado por diferentes etapas desde su catalogación e inventario en 1985. Con anterioridad a esta fecha, los documentos que recogen el quehacer de este pueblo se encontraban amontonados y desordenados en una habitación del Ayuntamiento, a modo de ‘sala de los líos’, comentado por los propios archiveros en el libro-inventario. Una vez catalogado por parte de la Diputación provincial, se le dispuso una sala acondicionada para recibirlo en el mismo Ayuntamiento y allí estuvo hasta que en los años 1998/99 se trasladó a la Casa de la Cultura, donde se han encontrado hasta enero de 2012, fecha en la que se depositó finalmente en una sala acondicionada para tal fin en el antiguo Mercado de Abastos.
Referente al Archivo Parroquial podemos encontrar toda la documentación relacionada a las actividades religiosas de los habitantes de Calañas y la importancia de sus fondos reside justamente ahí, en que las actividades religiosas impregnaban la vida cotidiana de los feligreses, sobre todo en unas sociedades tan sacralizadas como lo son la sociedad moderna y contemporánea, donde todo nacimiento o defunción quedaban registrados mediante un bautismo o una extremaunción; toda unión marital en un matrimonio eclesiástico – hasta no hace mucho, el único posible; o donde las más profundas creencias de los hombres se materializaban en la creación de hermandades y cofradías a una determinada advocación.
El archivo, se encuentra situado en un armario de la sacristía. Los niveles de humedad, y el escaso tratamiento de conservación que los documentos han recibido a lo largo del tiempo, han provocado que los mismos se encuentren en un escaso nivel de conservación. En cuanto a contenido es pobre ya que la documentación regida sufre numerosos saltos cronológicos; aun así los documentos más antiguos nos remiten a mediados del siglo XVI -Libro de las Reglas de la Hermandad de la Vera Cruz de 1547- coincidiendo en el tiempo con la fundación de la Iglesia.
Las causas de la ausencia documental en ambos archivos la desconocemos exceptuando el caso dado en 1962, año en el que por parte de la corporación municipal se procedió a la venta de ‘el papel de archivo inservible de años muy atrasados…’ a Luis Medina Gómez, vecino de Huelva, por una cantidad de 681.60 pesetas, quedando registrada asimismo dicha operación en el mismo archivo. La venta de documentos antiguos ha sido una constante a lo largo del tiempo, bien sea por el valor de edición de dicho documento o por el reaprovechamiento del pergamino, lo que probablemente ha favorecido el empobrecimiento de nuestros archivos; Pero además, creo que no erramos en afirmar que probablemente ambos archivos han sido objeto de la incursión y rapiña por parte de la población, ya que es un secreto a voces en nuestro pueblo la existencia de documentos de origen municipal o parroquial que se encuentran en manos privadas.
En cuanto al patrimonio arqueológico oficial en nuestro término municipal, debemos redirigirnos al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, dependiente de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte. En él se encuentran registrados cuarenta y cinco ítems, catalogados como patrimonio inmueble de Andalucía, la mayoría de carácter minero, como es el caso de la mina de Sotiel o el Cabezo de los Silos, y de carácter arquitectónico, como es el caso del Castillo del Morante, la Casa Dirección de la Compañía en la Zarza o el Puente y el Molino sobre el rio Odiel en Sotiel. En el siguiente enlace pueden consultar cada uno de los bienes con los que contamos http://www.iaph.es/patrimonio-inmueble-andalucia/resumen.do
Pero ¿qué hay de aquellos que no están registrados? En este punto nos viene a la mente la cantidad de monumentos megalíticos diseminados por nuestro término municipal, sobre los que no se produce ninguna acción de conservación y totalmente expuestos a las manos de aquellos desconocedores de la importancia de los mismos.
Tal y como habíamos empezado, la finalidad de este artículo era la de hacer una relación patrimonial de lo que oficialmente tenemos; pero también queremos con él llamar la atención a todos los calañeses y a las autoridades pertinentes sobre la importancia de una correcta conservación de nuestro patrimonio histórico, intentando, modestamente, crear conciencia sobre lo que supone en términos históricos, pero también sobre lo que podría suponer en términos económicos, ya que son recursos que podrían ser explotados turísticamente. Finalmente, nos gustaría señalar que el patrimonio histórico de Calañas es justamente eso, el patrimonio de todos los calañeses en colectivo y no de manera individual, que debe estar disponible para el disfrute de tod@s, ya que la visión que cada uno aportase enriquecería a nuestro pueblo, por lo que la apropiación indebida de nuestro patrimonio supone un robo a nuestra propia cultura, a nuestro propio pasado, a nuestros propios vecinos que nunca podrán aportar su visión sobre el mismo, como si nunca hubiese existido…
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